“Para mí hay dos momentos muy intensos en el día del encadenamiento. El primero es cuando estaba en la parte clave. Siempre me parecía muy dura. Incluso cuando sólo probaba los pasos de esa zona. Ese día estaba muy relajado y a la vez plenamente concentrado. Es muy difícil agarrar cada presa con la perfección y la precisión con las que lo hacía en ese momento. Notaba que todo fluía perfectamente. Mentalmente no he escalado nunca tan bien como lo hice en ese instante de «silence» en mi cabeza. Sentía que hacía fácil cosas realmente complicadas. El segundo momento que no olvidaré jamás es cuando alcancé la reunión. Todo fue muy intenso. Las emociones eran tan fuertes que ni tan siquiera podía sacarlas de mí. Normalmente, cuando consigo algo complicado, grito para liberar, pero esta vez sólo podía llorar. Fue un minuto de casi «silence»”.*
“El proceso de probar Silence nunca se convirtió en una pesadilla, y eso es muy difícil de conseguir. Siempre disfruté. Esto fue clave. En todos los entrenamientos, 5 horas al día, 6 días a la semana, durante 20 años, me he esforzado al máximo. Ha sido duro, pero a mí me gusta. Si no se hace de esta manera, se convierte en un sacrificio muy difícil de conseguir, pero yo, a pesar de la dureza, lo disfruto”. *
El 3 de septiembre de 2017, Adam Ondra encadenó Silence en Flatanger (Noruega), siendo propuesta como el primer 9c / 5.15d de la historia.
*Extractos de la charla publicada en diciembre de 2017 en Kissthemountain