“Llevo dos décadas filmando escalada y una de las cosas más aterradoras que he grabado ha sido la escalada en solo de Alex Honnold en The Phoenix”. Peter Mortimer
A simple vista se trataba de una tarea prácticamente imposible. Escalar una pared enorme, resbaladiza, con escasas fisuras donde colocar manos y pies, con pocos salientes, a escasos metros de una cascada embravecida y sin la seguridad de una cuerda, componían un todo capaz de amedrentar a cualquiera.
Para llegar a The Phoenix -ninguno de los largos de Freerider, la vía que puso a prueba hasta el último centímetro del cuerpo del atleta de The North Face en 2017 en su legendario free solo en El Capitan, es tan difícil como esta pared- Honnold debe rapelar hasta situarse en la grieta que comienza a mitad de la pared. La cascada es tan poderosa que sientes como las rocas tiemblan bajo tus pies. El escenario es tan impresionante que el propio Honnold, siempre tranquilo, esboza una sonrisa nerviosa en su aproximación.
Una de las vías más difíciles de Yosemite escalada por primera vez en solo integral. No hay lugar para el error.