El primer francés que gana el Globo de Cristal de la general de la Copa del Mundo de esquí alpino, después de Jean-Claude Killy (1966-1967, 1967-1968) y Luc Alphand (1996-1997), aprendió a esquiar prácticamente antes que a andar.
La Bestia, como le apodan, tanto por su imponente figura como por su vida espartana centrada en el esquí y alejada de cualquier distracción, ya lucía tres medallas olímpicas en sus vitrinas antes de ofrecerse el gran regalo del Globo de Cristal por su trigésimo aniversario en Lenzerheide.
Embajador de Bollé, la firma francesa ha querido rendir homenaje a uno de los mejores esquiadores de la historia con este film donde muestra qué hay detrás de un logro como este.