Durante siglos, el cáñamo se cultivó y procesó en los Alpes italianos gracias a sus peculiares condiciones climatológicas. Sin embargo, esta tradición se detuvo por políticas que apoyaban el uso del algodón y de fibras sintéticas, tanto que se prohibió el uso de cáñamo industrial por prejuicios asociados al uso de esta planta con fines psicoactivos. El cáñamo alpino es parte de nuestra herencia. Se trata de una fibra natural, fuerte y ligera, que ya se utilizó en las primeras cuerdas de escalada.

Salewa está empleando el cáñamo en el desarrollo de parte de su gama de productos. Para ello, cuentan con sus atletas para desarrollar, probar y perfeccionar nuevas soluciones. Esto es muy importante cuando se trata de un material innovador que combina fibras naturales tradicionales con tecnologías de vanguardia. La firma italiana comenzó a trabajar en el concepto de cáñamo alpino en 2016 porque no sólo es un tejido alternativo procedente de una planta fuerte y versátil, sino porque además regenera el suelo permitiendo un proceso sostenible con beneficios para las personas y el planeta. Salewa invierte un 10% de las ganancias de la colección Alpine Hemp para devolver el cultivo del cáñamo a los Dolomitas.