Documental realmente emocional en el que Anna Frost expone las renuncias que hay que hacer cuando uno o una se convierte en un corredor de élite.
Anna vuelve a Nueva Zelanda tras llevar una larga temporada alejada de sus raíces. Una grave lesión le ha hecho replantearse todo lo que ella era, ya que como ella misma comenta, ha tocado fondo emocionalmente, tanto que no puede evitar que las lágrimas afloren.
Entonces reflexiona sobre lo que uno es o en lo que se ha convertido, y en qué ocurre cuando todo eso se desmorona.
Ha pasado tiempo desde que se hizo este pequeño documental dirigido por Dean Leslie, pero lo que expone es algo completamente atemporal. Anna Frost es una leyenda en vida del trail running.