¿De dónde saca un atleta las fuerzas cuando todo parece ir mal en una carrera de ultra distancia? ¿Qué es lo que le hace seguir y perseverar a pesar de las náuseas, el sueño, el calor y el cansancio?
Courney Dauwalter parece tener la respuesta a esas preguntas siendo capaz de pasar muchas horas en ese lugar oscuro –al que su equipo llama la “cueva del dolor” – donde no ves la luz y nada parece conducirte al éxito mientras te revuelves en un gran malestar. Una fuerza de voluntad que nadie es capaz de vislumbrar de dónde procede realmente, aunque su entrenador parece tenerlo claro: “Dauwalter detesta perder más de lo que le gusta ganar” y por eso para ella abandonar no es una opción.
La Tahoe 200 es una demoledora carrera de montaña de 330 kilómetros con 12.250 metros de desnivel acumulado alrededor del imponente lago Tahoe. Una prueba descomunal que lleva al límite a todos aquellos que se adentran en ella. En 2018, la corredora estadounidense se calza sus zapatillas en la línea de salida con un complicado objetivo en mente: rebajar el récord femenino de la prueba -establecido en 58 horas y 29 minutos- en nada más y nada menos que 10 horas.
Las 200 millas de la Tahoe no habían hecho más que empezar para los 250 participantes de la edición cuando Dauwalter ya se colocaba en cabeza, pero las sensaciones no eran nada buenas y la mayor preocupación del equipo se hizo realidad al acercarse a la milla 50: el calor y la sequedad del ambiente empezaron a hacer mella en el estómago de Courney el cual se negaba a ingerir. La noche acechaba y también la caída de temperaturas. Una baja ingesta de calorías solo podía comportar problemas. Un cuadro al que solo faltaba añadir la presión de una persecución en la que Kyle Courtin recortaba distancias minuto a minuto.
¿Cómo puede una persona sobrellevar con tal entereza kilómetros, presión, hambre y sueño?
The Source, más que narrar una carrera, explora el origen de la fuerza de voluntad de una de las mejores corredoras de ultra trail de la historia. De cómo una atleta amante de los dulces y de la cerveza es capaz de batir récords en carreras de larga distancia, venciendo a hombres y mujeres con una fortaleza y una determinación pocas veces vista.