En la montaña, llevar un equipo de walkie-talkies es sinónimo de seguridad. La historia del alpinismo está llena de casos en los que este equipo ha salvado la vida de montañeros que se han visto sorprendidos por grandes dificultades en la montaña, y en los que gracias a este sencillo aparato han encontrado la solución a sus problemas, ya sea mediante indicaciones sobre la ruta a seguir ante una eventual pérdida por las condiciones meteorológicas o por la desorientación propia de la altitud, o por unos simples ánimos que han llegado en forma de palabras que intentaban ayudar a que no se bajasen los brazos y se siguiera luchando por algo tan básico como la supervivencia. Y para esto, no hay que irse a las grandes montañas del planeta, a aquellas de dimensiones mastodónticas, sino que muchos conocemos casos en los que unos walkie-talkies han servido para poner vidas a salvo en nuestras montañas, en Pirineos, en Sierra Nevada, en Picos de Europa o en cualquiera otra de las que no se llevan la fama de este país.
Ayuda en la orientación o en cómo acometer un paso complicado por alguien con más experiencia que no se encuentra en ese momento en nuestra posición, pedir a alguien más retrasado en la marcha que nos acerque algún tipo de material que permita seguir progresando, o simplemente avisar de que estemos tranquilos que en el refugio de montaña ya saben que llegamos con cierto retraso y que nos guardarán algo de cena… Son muchas de las utilidades que unos walkie-talkies, en este caso con un alcance de 10 kilómetros, pueden tener y que harán la actividad más agradable con algo tan simple, y tan necesario, como la comunicación.
Hoy, desde la marca cuyos ingenieros se preocupan por desarrollar y concebir productos técnicos que garantizan la satisfacción de los usuarios, FORCLAZ, os traemos a estas páginas un equipo que, si bien no suele mencionarse entre los elementos básicos de seguridad, ayuda a hacer nuestras actividades algo más seguras. Y además, vienen con tres años de garantía.