El camino que llevó a Federica Mingolla de las paredes del gimnasio a la montaña, de ser una joven deportista a una completa escaladora, no fue fácil, pero las enseñanzas que la llevaron allí la acompañarán para siempre.
Mingolla nació en Turín en 1994. En su haber cuenta con la apertura de nuevas rutas desde el Mont Blanc hasta Groenlandia y difíciles repeticiones que van desde todo el arco alpino hasta el valle de Yosemite. Entró en la historia vertical hace unos años por ser la primera mujer italiana en escalar en libre Tom et Je Ris en Verdon, Digital Crack en el macizo del Mont Blanc y la Via Attraverso il Pesce en Marmolada.
Su evolución desde las competiciones de escalada al alpinismo en todas sus formas pasó por las rocas del valle del Orco, donde el guía de montaña Adriano Trombetta le mostró un posible camino a seguir. Desaparecido trágicamente en un accidente de montaña en 2017, sus enseñanzas dejaron una profunda huella en la joven escaladora piamontesa, al igual que esas maravillosas paredes de granito repartidas por todo el valle. Este documental, dirigido por Matteo Pavana y con imágenes adicionales de Marco Zanone, repasa el camino recorrido por Federica hasta convertirse en una de las alpinistas y escaladoras italianas más interesantes del mundo.
“Perder un amigo como Adriano te lleva a no poder ser tú misma. Es difícil de aceptar la muerte de una persona, especialmente si esta persona muere haciendo algo que tú haces. Continúas yendo a la montaña, pero te das cuenta de que la montaña es también eso. Primero lo lees en libros, te lo dicen, lo escuchas decir, pero cuando pasa de verdad es diferente porque te das cuenta en primera persona”.
*Subtítulos en castellano