Estás a punto de embarcarte en un viaje a un “continente“ que, en este caso, cabe dentro de los límites de una isla atlántica. Imagina vivir en un mismo día lo que se siente al atravesar los mágicos bosques de laurisilva recubiertos de musgo y misterio, al caminar por pinares situados a más de 1.500 metros de altitud y contemplar las nubes bajo tus pies, y al sumergirte cualquier día del año en las aguas cristalinas que acarician un litoral de sinuosas dunas.
Gran Canaria es uno de esos lugares que parecen una mezcla de sueño y realidad. Pero ahí está, esperando a que la descubras para revelarte el carácter infinito de un “continente en miniatura“. La isla se queda grabada en el corazón y la memoria. Sucederá sin que apenas te des cuenta, mientras su calma, su belleza exótica y su clima primaveral te conducen hacia una conexión íntima con un territorio y una cultura vibrantes.