Después de reírnos un buen rato sobre lugares en los que habíamos dormido sin importarnos aspectos experienciales, le comentaba que en breve iría a pasar unos días a la isla de Gran Canaria con la intención de disfrutar sobre todo de actividades outdoor más allá de la oferta de sol y playa. Le decía que me estaba costando elegir un alojamiento pues la oferta era muy amplia y atractiva. Escoger uno suponía renunciar a otros que realmente despertaban el interés de mi pareja y el mío. Entonces, me propuso una solución muy simple. ¿Por qué quedarse con uno solo si podíamos hacerlo en tres o cuatro? En ese momento lo percibí claramente. Muchas veces, las soluciones más simples son las más difíciles de ver. Nuestro viaje sería de 12 días. Elegiría cuatro alojamientos que nos permitieran realizar las rutas de senderismo que teníamos en mente. Uno de ellos estaría ubicado al oeste de la isla, otro al norte, un tercero en la zona central y un último al este. Mi chica entró entonces en la web de Gran Canaria Natural & Active y en función de la ubicación de las rutas se decantó por cuatro de ellos. Me dijo que no había sido una elección fácil, pero que seguro que haría que nuestro viaje fuera, si cabe, aún más inolvidable.