¿Por qué no se dedica 8000ers a hablar del alpinismo de verdad dejando de dar pábulo a gente que no se lo merece? ¿Desde cuándo se puede comprar el alpinismo con dinero?
El alpinismo de verdad lo realiza uno mismo, con su esfuerzo, con su dedicación y con los años de experiencia. Llevar alrededor a una cohorte de “ayudantes”, como si de una legión se tratase, recuerda más a tiempos pretéritos, tan lejanos que nos retrotraen a la época colonial, cuando, por ejemplo, Livingstone, Stanley, Burton o Speke buscaban la fuente del Nilo.
Iker y yo llevamos mucho tiempo diciéndolo y, aunque sea una opinión a contracorriente en los tiempos que hoy corren de titulitis, récords y de “pintar la mona”, no nos vamos a cansar de repetirlo: la llegada del cronómetro y la medición de la actividad por la velocidad y no por la dificultad están haciendo un daño incalculable a la historia de la montaña, tanto que hay que tener oídos para escuchar noticias como esta.
Mientras esto ocurría, muy cerca de estos mismos escenarios, también en Nepal, también en los Himalayas, tres jóvenes estadounidenses ascendían en una actividad sublime, de siete jornadas de dura pelea, por la norte del Jannu, de 7.710 metros, en estilo alpino, con lo puesto y sin apoyo externo, firmando una de las mejores ascensiones en alta montaña de los últimos tiempos.
Es el claro ejemplo de que aquello que Messner y compañía realizaban en los años 70 y 80 se sigue haciendo hoy. ¿Por qué perdemos el tiempo hablando de tonterías como esta? Nos vamos a responder a nosotros mismos: porque ha llegado mucha gente a nuestra actividad procedente de deportes competitivos que lo único que entienden es de récords y de marcas, y porque el futuro de la montaña, tal y como la hemos conocido desde que Paccard y Balmat ascendieron el Mont-Blanc en 1.786, está más en peligro que nunca.
Ejemplos como el de Nirmal Purja y el del Kristin Harila, con sus récords en los 14 x 8.000 a costa de lo que sea y con un estilo penoso, no merecen ni las dos líneas que ahora mismo les estamos dedicando.