Combinando su pasión por las carreras de montaña con su trabajo como profesora de universidad, Hillary Allen recorría el mundo acumulando victorias y récords, estableciéndose como una de las mejores corredoras de montaña del planeta. De manera inesperada, en 2017, liderando las Skyrunner World Series, su vida dio un giro que puso a prueba su fortaleza física y mental como nunca antes pudo imaginar.
“Recuerdo haber aceptado en ese momento que iba a morir”.
Un 4 de agosto en Noruega, durante la Tromsø Sky Race, cerca del Círculo Polar Ártico, siente como una cornisa cede a sus pies y su cuerpo se desploma 45 metros rebotando varias ocasiones en la montaña. Heridas graves, brazos rotos, vértebras rotas, costillas rotas, un ligamento roto en el pie derecho, múltiples laceraciones y un esguince en el tobillo izquierdo, obligan a su evacuación en helicóptero y a ser intervenida de urgencia en Noruega. Diez días después del accidente y tras dos operaciones en el país nórdico, es trasladada a Colorado donde le esperan tres intervenciones más y la peor de las noticias: “posiblemente no podrás volver a correr”.
Tras un duro periodo de rehabilitación y recuperación que puso a prueba su determinación, su valor y su espíritu, la atleta estadounidense, sin embargo, se rehízo y volvió a las carreras de máximo nivel meses después.
Este vídeo es la historia de un largo camino hacia la recuperación a través de la rehabilitación física y, sobre todo, psicológica de un episodio que le cambió la vida y del que aún hoy mantiene secuelas. Hillary espera que su historia sirva para inspirar, educar y animar a otras personas a encontrar el equilibrio en sus vidas a pesar de las adversas situaciones que a veces se cruzan en el camino.
