El Mont Blanc en un día desde el fondo del valle, por la ruta normal francesa, es ya un clásico que reúne a dos categorías de deportistas: los montañeros rápidos, amantes de los grandes desniveles, y los skyrunners técnicos, eficaces incluso con piolet y crampones.
Hillary Gerardi pertenece a esta segunda categoría y tiene la suerte de vivir justo al pie del coloso, por lo que su reto de subir y bajar el Mont Blanc desde su casa en un solo día ha sido posible incluso durante los períodos en los que las restricciones anti-COVID impuestas a los atletas eran más severas.
La atleta estadounidense tiene los pies en el suelo y advierte de los peligros en la montaña: “Creo que una de las cosas más importantes a la hora de salir a la montaña es tener en cuenta que detrás de cualquier reto hay una gran carga de entrenamiento, aprendizaje de habilidades, familiarización con el equipo y comprensión de las condiciones de la montaña y el clima. Cuando vemos el selfi en la cumbre, o el vídeo de la ascensión, sólo vemos una pequeña parte de lo que ha hecho posible subir la montaña”.