“Los deportistas somos muy exigentes y queremos cada vez más. Quizás podrían haber salido mejor la OCC y el mundial de Innsbruck, pero cuando luego te paras y repasas todo, si hago ese ejercicio de introspección, de balance del trabajo realizado y de los resultados obtenidos, en mi caso, tengo que estar contenta. Hay que tener en cuenta que los resultados no dependen únicamente de lo que tú trabajes. Esto claro que es importante, pero hay otros factores. En una carrera puede haber competidoras que corran más que tú. Si me he puesto un objetivo y he entrenado bien, tengo que estar satisfecha, independientemente del puesto”.
“No he sido atleta desde pequeña, por lo que no tengo una base anterior. La estoy construyendo ahora y pienso que el año pasado fue muy bueno a nivel de entrenamiento. Espero que salga este año. También he identificado mi talón de Aquiles: las subidas. Ya lo sabía, pero ahora soy de alguna manera más consciente. Sé dónde puedo mejorar y eso es muy importante para entrenarlo. Es fundamental saber qué tiene una de bueno y qué no tanto para trabajarlo”.
Ikram Rharsalla está construyendo su propio camino paso a paso, con cautela y cabeza. Si la charla que manteníamos con ella la temporada pasada estaba más enfocada a aspectos muy personales, sobre todo de su infancia, en esta ocasión hemos tratado su vertiente más competitiva. La atleta de MILLET reconoce que empezó tarde en esto del deporte de rendimiento y que, por tanto, es ahora cuando está construyendo su base. Es consciente de sus puntos fuertes y, por encima de todo, de sus limitaciones. En ellas trabaja con constancia para sacar la mejor versión de sí misma. Sus palabras son realmente inspiradoras. Gracias, Ikram.