“En las primeras veces, las buenas sensaciones llegaban al alcanzar la reunión, aunque fuera de segunda. Miraba el paisaje. Eso era lo que más me gustaba. Me daba miedo, sentía vértigo y temía volar, pero me encantaba subir hasta arriba y tocar la cadena”.
Iziar Martínez tiene 15 años. Hija de escaladores, recuerda su infancia jugando a pie de vía. Hace unos años su motivación por el mundo de la roca le hizo empezar a escalar más, tanto que hoy ya puede decir que ha encadenado 5 vías de 8c, además de tres octavos a vista. Hace poco recibió la llamada para formar parte del equipo español juvenil y participar en competiciones internacionales de escalada de dificultad. Su padre es propietario del rocódromo Geko Aventura en Valladolid, donde ella entrena a diario. Con muchas ganas y alegría, Iziar quiere seguir mejorando en un deporte que requiere mucho esfuerzo y constancia. Hoy charlamos con esta joven sobre su visión de la escalada, las competiciones, los procesos de entrenamiento y sus sueños.