Jorge Egocheaga. Alma de montaña

Aconcagua

Dirección: Andrés de la Torre

Canal: Carlos Diaz

Año: 2007 | Duración: 39:42

Video+alpinismo

Los sufrimientos físicos padecidos en la montaña nunca serán para él equiparables al dolor producido por la pérdida de un ser querido en esos escenarios naturales que tanto le han dado. Demasiados amigos se quedaron allá arriba. Personas especiales con las que estableció una conexión difícil de conseguir en esa sociedad, como él decía, de mezquindades, falsos juegos de vanidades, poder, dinero y mentiras, elementos todos ellos poco afines a sus intereses.

Desde la sombra, Jorge ha inspirado a grandes alpinistas. Su carácter introvertido le llevó siempre más a hacer que a contar. Ha rechazado varios premios al considerar que no le pertenecen pues no harían otra cosa que alimentar su vanidad y su ego. La montaña para él es una forma de vida y no una competición. Su profesión como médico le sirvió durante muchos años para acercarse a su afición como montañero. Alpinista superlativo, se convirtió en el quinto español en coronar las 14 cimas más altas del planeta. Los catorce nunca fueron su objetivo, pero en el camino se encontró con aquellos cuyo sueño era ese, sueños ajenos por los que debía luchar para dar sentido a las pasiones vitales de sus seres más queridos, por los que ofrecería todo lo conseguido por volver a compartir un solo instante en el doblar de la siguiente esquina existencial.

En 2006, tras experimentar años atrás uno de esos trances que marcó negativamente su idilio con las montañas más altas de la Tierra, se dirige a la que era la montaña talismán y el orgullo de una de las personas más cercanas con la que pudo compartir experiencias y sueños comunes: el Aconcagua. Un buen amigo le había propuesto intentar un récord y grabar una película. Ni lo uno ni lo otro eran conceptos que le atrajesen. De hecho, a diferencia de muchos otros alpinistas, Egocheaga, se caracterizó siempre por cuidar celosamente de su intimidad y por reservarse las narraciones de sus hazañas, algo que le suponía un esfuerzo ímprobo. Sus motivaciones siempre eran otras. Pero en esta ocasión accede al considerar que podría ser un bonito homenaje a Nancy, su compañera desaparecida en 2003 en el Gasherbrum I.

«Subo tres veces a la cima antes de intentar la “marca”. El día previo estoy con la familia de Nancy, su madre y su hermana Elena. Cuando comienzo a correr solo quiero romperme físicamente, pues así podré aliviar la agonía que intensamente experimenta mi alma. Los demonios están de vuelta. Subo muy rápido, más de lo que -sé- podré aguantar, pero yo solo quiero destrozarme… Logramos el “récord”. Lo mejor, los momentos compartidos con los amigos y con la familia de Nancy. Lo peor, no haber sido fiel a mis principios sucumbiendo a una quimera (mi idea era rodar una película que fuera un homenaje a Nancy y a su amada montaña) que resultó ser ficticia, una inmensa mentira. Se vive, se aprende o al menos se intenta. Iñaki (Ochoa de Olza, su amigo, su hermano, una de las personas con la que estableció un vínculo inquebrantable en la montaña y la vida) llama para que lo acompañe al Dhaulagiri. Llamo a Joëlle (la escaladora suiza que se convertiría en su mujer, junto a la que se sentía la persona más afortunada del mundo) y se apunta. Ya nunca más me acordaré del tiempo invertido en el “récord” del Aconcagua. No tiene absolutamente ninguna importancia. Solo recuerdo a los que me acompañaron en esta aventura: Elena, Jaime, Juanjo, Bernabé, Cipri, Toño, Josefina, Belén, Miguel, Andrés».*

* Extracto del libro Quizás vivir sea esto, Jorge Egocheaga.

ARTÍCULOS RELACIONADOS


Denis Urubko y Pipi Cardell. Kissthemountain 54

Jorge Egocheaga. Alma de montaña

Aconcagua

Dirección: Andrés de la Torre

Canal: Carlos Diaz

Año: 2007 | Duración: 39:42

Video+alpinismo

Los sufrimientos físicos padecidos en la montaña nunca serán para él equiparables al dolor producido por la pérdida de un ser querido en esos escenarios naturales que tanto le han dado. Demasiados amigos se quedaron allá arriba. Personas especiales con las que estableció una conexión difícil de conseguir en esa sociedad, como él decía, de mezquindades, falsos juegos de vanidades, poder, dinero y mentiras, elementos todos ellos poco afines a sus intereses.

Desde la sombra, Jorge ha inspirado a grandes alpinistas. Su carácter introvertido le llevó siempre más a hacer que a contar. Ha rechazado varios premios al considerar que no le pertenecen pues no harían otra cosa que alimentar su vanidad y su ego. La montaña para él es una forma de vida y no una competición. Su profesión como médico le sirvió durante muchos años para acercarse a su afición como montañero. Alpinista superlativo, se convirtió en el quinto español en coronar las 14 cimas más altas del planeta. Los catorce nunca fueron su objetivo, pero en el camino se encontró con aquellos cuyo sueño era ese, sueños ajenos por los que debía luchar para dar sentido a las pasiones vitales de sus seres más queridos, por los que ofrecería todo lo conseguido por volver a compartir un solo instante en el doblar de la siguiente esquina existencial.

En 2006, tras experimentar años atrás uno de esos trances que marcó negativamente su idilio con las montañas más altas de la Tierra, se dirige a la que era la montaña talismán y el orgullo de una de las personas más cercanas con la que pudo compartir experiencias y sueños comunes: el Aconcagua. Un buen amigo le había propuesto intentar un récord y grabar una película. Ni lo uno ni lo otro eran conceptos que le atrajesen. De hecho, a diferencia de muchos otros alpinistas, Egocheaga, se caracterizó siempre por cuidar celosamente de su intimidad y por reservarse las narraciones de sus hazañas, algo que le suponía un esfuerzo ímprobo. Sus motivaciones siempre eran otras. Pero en esta ocasión accede al considerar que podría ser un bonito homenaje a Nancy, su compañera desaparecida en 2003 en el Gasherbrum I.

«Subo tres veces a la cima antes de intentar la “marca”. El día previo estoy con la familia de Nancy, su madre y su hermana Elena. Cuando comienzo a correr solo quiero romperme físicamente, pues así podré aliviar la agonía que intensamente experimenta mi alma. Los demonios están de vuelta. Subo muy rápido, más de lo que -sé- podré aguantar, pero yo solo quiero destrozarme… Logramos el “récord”. Lo mejor, los momentos compartidos con los amigos y con la familia de Nancy. Lo peor, no haber sido fiel a mis principios sucumbiendo a una quimera (mi idea era rodar una película que fuera un homenaje a Nancy y a su amada montaña) que resultó ser ficticia, una inmensa mentira. Se vive, se aprende o al menos se intenta. Iñaki (Ochoa de Olza, su amigo, su hermano, una de las personas con la que estableció un vínculo inquebrantable en la montaña y la vida) llama para que lo acompañe al Dhaulagiri. Llamo a Joëlle (la escaladora suiza que se convertiría en su mujer, junto a la que se sentía la persona más afortunada del mundo) y se apunta. Ya nunca más me acordaré del tiempo invertido en el “récord” del Aconcagua. No tiene absolutamente ninguna importancia. Solo recuerdo a los que me acompañaron en esta aventura: Elena, Jaime, Juanjo, Bernabé, Cipri, Toño, Josefina, Belén, Miguel, Andrés».*

* Extracto del libro Quizás vivir sea esto, Jorge Egocheaga.

ARTÍCULOS RELACIONADOS



Compartir contenido
 

     


 
 


 
 
 
 

info@kissthemountain.com







       © Copyright Kissthemountain 2020 | Bajo la atenta mirada de las caras norte de Sierra Nevada | Granada. Spain      -       Términos del servicio | Privacidad | Política de Cookies


 

 


     

info@kissthemountain.com

       © Copyright Kissthemountain 2020
Bajo la atenta mirada de las caras norte de Sierra Nevada
Granada. Spain