Sólo tres alpinistas habían logrado encadenar anteriormente el Everest y el Lhotse en una misma temporada sin utilizar oxígeno suplementario. Todos ellos volvieron al Campo Base tras la primera de las ascensiones. En 2019, Juan Pablo Mohr, en su proyecto de ascender 5 ochomiles en menos de 100 días, hizo historia al convertirse en el primer montañero que unía ambas cimas sin pasar por el Campo Base. 6 días de actividad de enorme exigencia en los que asimismo participó, junto a Sergi Mingote, en el malogrado rescate de la rusa Nastya Runova y el búlgaro Ivan Yuriev Tomov, que murió en brazos del chileno.
La gesta personal se vio además ensombrecida por la dramática noticia recibida camino de regreso al Campo Base tras el encadenamiento. Su padre acababa de ser diagnosticado de cáncer terminal y Juan Pablo puso punto y aparte a su proyecto para regresar a Chile y pasar con él sus últimos días. “La muerte de Tomov fue una de las experiencias más duras de mi vida; sin embargo, en verdad, el Everest no es nada comparado con lo que pasé acá con mi viejo. Como que la montaña me entrenó y me avisó, sin que yo lo supiera. Hoy le doy las gracias por eso”.
Esta hazaña significó para el montañero chileno coger el testigo del inolvidable Anatoli Boukreev, quien en 1996 unió ambas cumbres también sin la ayuda de oxígeno. Aquí el relato en primera persona en una pieza audiovisual sin desperdicio para los amantes de la montaña.