16 enero 2021. Una cordada íntegramente nepalí alcanza la cima del K2 en invierno por primera vez en la historia. Ese mismo día, dejando un hueco irremplazable, Sergi Mingote muere en las laderas de la montaña tras sufrir el impacto de una piedra en la cabeza por debajo del C1 que le produjo graves lesiones cerebrales.
5 febrero 2021. Atanas Skatov pierde la vida en el K2 tras sufrir otro accidente cuando descendía del C3. Mientras esto ocurre, Juan Pablo Mohr, Muhammad Ali Sadpara y John Snorri realizan su intento a cima y son vistos por última vez a 8.200 metros.
Esta colosal pirámide de roca, hielo y nieve representa como ninguna otra la inquebrantable interacción entre la muerte y la vida en el mundo del alpinismo. La historia del K2 está marcada por hazañas heroicas y tragedias desgarradoras, donde el deseo de conquistar su cima se encuentra con los límites más profundos de la naturaleza humana. En sus altas cumbres, cada paso es un recordatorio constante de la vulnerabilidad humana. La vida y la muerte danzan en un equilibrio precario, donde la pasión por la conquista y la reverencia por la montaña se entrelazan en una experiencia única.
Cinco grandes montañeros nos dejaban para siempre en la “montaña salvaje” en el trágico invierno de 2021. Seis meses después, Carlos Garranzo, alpinista amigo de Sergi Mingote, Tamara Lunger, compañera de cordada de Juan Pablo Mohr, quien descendía el 16 de enero junto a Sergi en el momento del accidente de éste, Federico Scheuch, primo de Juan Pablo Mohr, y Sheny Benzesh, prometida de Atanas Skatov, viajan al K2 para rendir homenaje a aquellos que la montaña quiso quedarse para siempre. Un documental duro, emotivo, cruel, de extremos. La historia de los cinco enormes escaladores que perdieron la vida mientras intentaban alcanzar la cima del K2 en ascensión invernal, y el respeto, amor y comprensión de aquellos que compartieron con ellos sus sueños más profundos.
“Solo los ángeles pueden volar entre el Tibet y Nepal porque las nubes están llenas de montañas”. Siempre en nuestros corazones
