Kangchenjunga. Historia de un superviviente

Carlos Pauner

Dirección: José Manuel Herráiz

Canal: J.M.Valenzuela Campos

Año: 2005 | Duración: 48:58

Video+escalada

El Kangchejunga es una montaña dura, difícil, una montaña que nunca regala nada y que amedrenta a los que en ella se adentran. En la primavera de 2003, el alpinista aragonés Carlos Pauner proyectó alanzar su cima por la exigente cara suroeste junto a los italianos Silvio Mondinelli, Mario Merelli y Kristian Kuntner.

El 20 de mayo, la cordada hispano-italiana logra alcanzar la cumbre de la tercera montaña más alta del mundo a las 16:30h. Tras una breve pausa en la cima, que a posteriori se convertiría en crucial, Pauner comienza solo el descenso ya entrada la tarde y pronto se encuentra frente a los pasos más complicados sumido en la oscuridad de la noche.

Los tres italianos llegaron al C3 a 7600m a la 01:00am, en plena noche y con mal tiempo. Gritaron y buscaron la luz del frontal de Carlos, pero no había contacto con él. En esta zona no habían podido fijar cuerda, para asegurar el descenso, y el terreno es rocoso y empinado, siendo esta bajada sumamente delicada.

En la zona de la muerte, de noche, solo y sin oxígeno, la mente llevaba a Pauner hacia el camino fácil y letal de dejarse llevar mientras desataba una pelea interior por la supervivencia: “Empecé a tener una voz interior que me reclamaba parar, descansar… Comprendí que estaba más en el mundo de los muertos que en el de los vivos, por eso no tenía nada que perder por intentarlo”.

Mientras tanto, los italianos, dejaron linternas en el exterior para que el alpinista español pudiera orientarse y encontrar la tienda en medio de la noche, pese al mal tiempo. También salieron a gritar varias veces durante la noche, tratando de obtener una respuesta que nunca llegaba. Tras pasar la noche en el C3, a las 09:00am, con un tiempo adverso que impedía la visibilidad, y sin ninguna noticia de Carlos Pauner, bajaron hasta el Campo Base, al que llegaron afectados por congelaciones de diversa gravedad. Aunque prácticamente todos lo daban por muerto, tras tres días desaparecido en el gigante nepalí, Pauner logró encontrar el camino de regreso al Campo Base después de vivir una experiencia dramática recogida en este aclamado documental.

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El 20 de mayo, la cordada hispano-italiana logra alcanzar la cumbre de la tercera montaña más alta del mundo a las 16:30h. Tras una breve pausa en la cima, que a posteriori se convertiría en crucial, Pauner comienza solo el descenso ya entrada la tarde y pronto se encuentra frente a los pasos más complicados sumido en la oscuridad de la noche.

Los tres italianos llegaron al C3 a 7600m a la 01:00am, en plena noche y con mal tiempo. Gritaron y buscaron la luz del frontal de Carlos, pero no había contacto con él. En esta zona no habían podido fijar cuerda, para asegurar el descenso, y el terreno es rocoso y empinado, siendo esta bajada sumamente delicada.

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