“Tengo un axioma. En el caso de que estés muy bien entrenado y tengas experiencia desde hace tiempo, te conviertes muy fuerte en el plano físico, y también libre mentalmente. No existen las dudas sobre subir o bajar. Los límites los pone la montaña, no el componente mental. En el Lhotse, por ejemplo, en 2010, no tenía problemas psicológicos porque sabía que estaba preparado para subir incluso en solitario. También en la expedición invernal al K2 en 2018 hice el último asalto desde el campo III porque me sentía fuerte y capaz de operar. Mi cuerpo y mi mente estaban perfectamente preparados. Continué hacia arriba a pesar del mal tiempo y del viento. Estuve muy cerca de llegar a la cima. Una grieta me detuvo. Intenté buscar otro camino, pero fue la montaña la que me paró, no el mal tiempo, ni el viento. Era capaz de operar a pesar de todo. Si la montaña no me bloquea, yo sigo subiendo. Es necesario prepararse muy bien física y técnicamente para realizar lo que la montaña te permita. Si es así, los límites no los marcan la mente y sus dudas, sino la montaña”.
Las palabras con las que comienzan estas líneas pertenecen a la gran leyenda Denis Urubko y están extraídas de una charla que mantuvimos con él ahora hace un año, justo después de todos los trágicos acontecimientos que se vivieron la temporada invernal pasada en el K2. Denis nos dejaba claro que si él se encontraba bien físicamente, nada podía detenerle salvo la montaña. Las dudas no existen para él. Además de esa fortaleza en el plano físico, es necesario acompañarse de buen material. Para sus pies Denis cuenta con material de la marca KAYLAND, que recientemente ha puesto en el mercado dos botas cramponables para altura, ágiles e ideales para su uso rápido en roca, terreno mixto, nieve o hielo, en las que a su precisión y tecnicidad se unen las sensaciones que podría aportar un calzado de trail. Las STELLAR GTX Y las STELLAR AD GTX envuelven el pie a partir de una horma anatómicamente perfecta.