Han pasado 15 años desde que Kilian Jornet corrió por primera vez la Western States 100, la mítica prueba de 100 millas en California que atraviesa las montañas de Sierra Nevada y desciende hacia Auburn bajo un sol implacable. Mucho ha cambiado desde entonces. El joven prodigio que asombró al mundo con sus extraordinarias actuaciones, su intuición en la montaña y su capacidad de sufrimiento hoy es un atleta maduro, reflexivo y metódico. Y ahora, en 2025, Kilian regresa a la carrera de trail de 100 millas más antigua del mundo siguiendo una preparación extremadamente exhaustiva recogida en este nuevo documental donde el atleta catalán nos deja un retrato de soberbia madurez, no sólo física, sino emocional.
“A Different Athlete Now | Western States 15 Years Later” va más allá de hojas de cálculo con registros minuciosos de entrenamientos perfectamente estructurados. El documental es una pequeña clase magistral sobre cómo cambia la relación con el deporte —y con uno mismo— con el paso del tiempo. Jornet, con 37 años, se muestra más humano que nunca. Reconoce que ya no puede encadenar semanas salvajes sin consecuencias, que la recuperación tarda más, que el cuerpo reclama atención y el entrenamiento debe ser más inteligente.
“Creo que ahora soy un corredor mucho mejor. Puedo correr más rápido y rendir bastante mejor que entonces. Pero también soy mucho mayor. La recuperación lleva más tiempo. En esa época simplemente subía montañas, no pensaba en entrenar, sólo en pasar horas al aire libre. Ahora entreno de manera muy específica, porque lo necesito.”
Estas palabras resumen un cambio de paradigma. El instinto ha dejado paso a la planificación. Jornet sigue siendo el mismo espíritu libre que se lanza a las crestas nevadas al alba, pero ahora combina esa pasión con una estructura de entrenamiento basada en datos, análisis y objetivos mejor definidos que nunca. En el vídeo lo vemos rodando por senderos exigentes, consultando métricas de potencia, trabajando resistencia en bicicleta y velocidad en llano en cinta y afinando la maquinaria con precisión de cirujano. Ya no se trata sólo de acumular carga de entrenamiento, sino de optimización.
El regreso a Western States tiene algo de poético. En 2010, Kilian debutó en esta prueba como una figura en ciernes no muy conocida aún fuera del mundo de las carreras por montaña. Ahora vuelve como leyenda viva, dispuesto a enfrentarse a un terreno que no se adapta a sus fortalezas naturales: calor, largas rectas, ritmos constantes. Pero como él mismo dice, eso es precisamente lo que lo motiva.
Para los aficionados al trail, este documental es un regalo. No sólo porque muestra a uno de los grandes en su versión más vulnerable, sino porque nos recuerda que el paso del tiempo no tiene por qué ser una pérdida: puede ser evolución.