Uno de los grandes picos aún sin escalar escondido en uno de los rincones más difíciles de alcanzar de la cordillera del Karakórum, la cima del Link Sar había sido objeto de varios intentos anteriores pero sus vertiginosas paredes y peligros velados no permitieron a ningún alpinista alcanzar la cumbre hasta la fecha.
Tras dos años de preparación y entrenamiento, una potente cordada que aglutinaba la sabiduría de la edad y el poderío de la juventud llega a la zona en junio de 2019 preparada para una expedición de 3 meses. Nada más llegar Mark Richey, Steve Swenson, Chris Wright y Graham Zimmerman descubrieron una montaña aún más peligrosa de lo habitual. ¿La causa? Un invierno con récord de nevadas que daba pie a multitud de avalanchas de las que eran testigos desde el campo base.
Tras la aproximación y un período de aclimatación que consideraban clave tras la experiencia de intentos anteriores, el 31 de julio, tras recibir la noticia de que se aproximaba una ventana de buen tiempo, el equipo americano inicia su ascensión en estilo alpino desde el campo base. 3 días después, sin embargo, su avance se ve frenado por el mal tiempo que les impide continuar durante 36 horas, obligándoles a excavar una cueva en la nieve en la que refugiarse. Tras la tormenta reinician la progresión por un terreno extremadamente complicado rodeados de roca, hielo y nieve. A sus pies, 3.000 metros de pared hasta las profundidades del valle. La cima queda cada vez más cerca pero un nuevo infortunio hace temer lo peor: “De repente todas mis peores pesadillas se hicieron realidad. Una avalancha me barrió de la pared y caí unos 30 metros al vacío. Colgaba de las cuerdas incapaz de oir a mis compañeros”. Una caída a 6.900 metros en un pico descomunal nunca antes escalado que, afortunadamente, en esta ocasión no significó un trágico desenlace. Finalmente, tras 6 días de escalada comprometida, los 4 alpinistas logran poner pie en una cumbre que se había convertido en una obsesión en la que nunca antes nadie había logrado llegar a lo más alto.
La gesta les valió el Piolet d’Or en 2020.
