En junio de 2019, tras dos intentos fallidos de hacer cumbre en el K2 en 2010 y 2015, Mike Horn emprende una tercera expedición con la esperanza de poder hollar la cima de la “montaña salvaje” con Fred Roux como compañero de cordada.
Antes de comenzar la aproximación de 6 días a pie que les llevará hasta el campo base hacen una parada en Askole, el pueblo situado a mayor altitud de Pakistán y último lugar civilizado antes de llegar a la cordillera del Karakórum. Allí conocen a los porteadores que les acompañarán en su intento a la segunda montaña más alta de la Tierra, a los que Horn define como “los verdaderos héroes de esta historia” y rinde este excepcional homenaje.
“Campesinos que se ganan la vida prestando sus servicios como porteadores para las expediciones de trekking y escalada. Estos hombres viven casi sin nada y en condiciones muy precarias, pero son algunas de las personas más generosas y amables que he conocido a lo largo de mis muchos años de viaje por el mundo. Por eso es importante para mí expresar mi admiración y gratitud hacia estas personas, porque sin ellas, una expedición como #K2Calling no sería posible. Llevando cada uno cargas de hasta 25 kg, nos ayudan a transportar todo nuestro equipo hasta el campamento base. Esto implica largas horas de caminata en condiciones difíciles con ropa y equipo de exterior muy básicos. Sin embargo, tienen una increíble capacidad de adaptación a la naturaleza, a los cambios de temperatura, caminan durante horas y nunca se quejan; desde mi primer viaje a Pakistán, me han impresionado e inspirado. Sólo tengo respecto hacía ellos”.
El 17 de julio de 2019 Mike Horn y Fred Roux tuvieron que darse la vuelta a 400 m de la cumbre del K2 debido a la fuerza del viento y varias avalanchas. Tras casi dos meses en Pakistán y con un pronóstico meteorológico desfavorable para la semana siguiente, no pudieron hacer un segundo intento y se vieron obligados a desistir.
