En ocasiones, de las situaciones más complicadas, surgen ideas o proyectos que hacen de este mundo un lugar mejor. Han pasado ya cuatro años desde que nuestro planeta se vio sacudido por una crisis sanitaria en forma de pandemia. Tras permanecer en nuestras casas confinados durante unos meses, las puertas se abrieron y no sólo las ciudades se volvieron a llenar de vida, sino que sus habitantes se dieron cuenta de que acudir a la montaña en busca de la naturaleza era una opción de vida más atractiva de la que llevaban hasta entonces. El número de personas que incluyeron entre sus hábitos de ocio el caminar por los senderos se multiplicó. Muchas mujeres echaban de menos un espacio donde compartir esta nueva pasión sintiéndose en compañía, ya fuera por falta de experiencia o por una cuestión de seguridad. MERRELL, la marca americana pionera en el mundo de senderismo creo un proyecto llamado MERRELL HIKING CLUB que hoy, transcurridos prácticamente tres años desde su origen, sigue más vivo que nunca, como demuestra el primer encuentro internacional de mujeres de todas las edades que tomaron parte del Camino de Santiago durante el mes de agosto.  

Este proyecto trata de promover la práctica del senderismo femenino uniendo a mujeres de todo el mundo que quieren compartir experiencias al aire libre. El club está abierto tanto a aquellas con más experiencia como a las recién llegadas, en una simbiosis en las que las primeras aportan sus conocimientos y las segundas la ilusión de quien recorre sus primeros kilómetros por los escenarios más bellos del planeta, siempre en un espacio donde unas y otras se mueven con seguridad sintiéndose parte de una comunidad. Hoy, este club tiene presencia en seis países, España, Francia, Reino Unido, Alemania, Suecia y Finlandia.