Cuando en 1921 fabricaban talegas y morrales para los clientes de su tienda de alimentación en Lyon, Marc y Hermance Millet desconocían que estaban sentando las bases de lo que ha sido la historia del alpinismo a lo largo de los últimos 100 años. La marca comenzó su gran desarrollo en la localidad de Annecy, una vez que, por cuestiones de salud, Marc y Hermance tuvieron que instalarse allí donde los Alpes comienzan a dejar su influencia. Si cierras los ojos y piensas en los más grandes de la historia de las montañas, entre sus nombres encontrarás los de Louis Lachenal, Walter Bonatti, René Desmaison, Reinhold Messner, Patrick Edlinger, Christophe Profit, Éric Escoffier, Françoise Aubert, Jean Christophe Lafaille, François Damilano, Marco Siffredi, Jean Annequin, Yannick Graziani, Eva Walker o Symon Welfringer. La historia de ellos está vinculada a la de Millet. Basta pensar que las mochilas de la marca francesa acompañaron a Louis Lachenal a la cumbre del Annarpurna, primer ochomil hollado por el ser humano en 1950, o que Christophe Profit y Éric Escoffier contaban con los productos Millet en la trilogía de las caras norte en 1987, como también hacían Jean-Christophe Lafaille o el mágico Edlinger.
Pero hay mucho más. Millet ha sido pionera en formar cordada con grandes alpinistas y escaladores para el desarrollo de sus productos. Entre ellos, René Desmaison, Walter Bonatti, o los propios Louis Lachenal, Christophe Profit o Éric Escoffier. También vio como el nailon transformaba el mercado de las mochilas. Fueron los años en los que nació su famoso modelo amarillo con la bandera tricolor, la Sherpa 50 que, además de ser usada por los agricultores de la montaña que metían la botella de vino en sus bolsillos laterales, acompañó a Reinhold Messner en la primera ascensión sin oxígeno al Everest allá por 1978.