Camino por las calles de Arvier y desde las cumbres de las montañas que rodean a esta bella e histórica localidad del Valle de Aosta, me llegan, como si de un eco retardado en el tiempo se tratase, los gritos de los aficionados que tratan de impulsar a aquellos héroes que han unido el esquí y el alpinismo para convertirlos en su estilo de vida. Al principio, sólo soy capaz de reconocer algunos nombres con dificultad: Fabio Meraldi, Laëtitia Roux, Kilian Jornet o Stéphane Brosse, pero pasados unos momentos de confusión comienzan a llegar a mis oídos con más claridad otros que son parte de la historia de esta espectacular disciplina deportiva. Enrico Pedrini, Corinne Favre, Pierre Gignoux, Gloriana Pellissier, Graziano Boscacci, Dennis Brunod, Guido Giacomelli, Francesca Martinelli, Roberta Pedranzini se manifiestan sin duda en esa parte de la mente que capta los sonidos que vienen del exterior. No tardo en darme cuenta de que todos ellos han vencido en alguna de las ediciones de una prueba que es parte de la historia del deporte en Europa.
¡Matteo Eydallin, Mireia Miró, Damiano Lenzi, Mathéo Jacquemoud! Son los nombres que distingo ahora mientras busco en mis recuerdos lo leído sobre esta legendaria y mítica prueba nacida en los gloriosos años 30 en Italia. Fue la década en la que el país alpino se hacía con su mundial de fútbol o en la que se alzaba en el segundo puesto del medallero olímpico. También ese decenio en el que Gino Bartali vencía en el Tour de Francia y la escalada italiana vivía una época dorada con los grandes hitos en Dolomitas de la mano de Riccardo Cassin, Emilio Comici y de otras grandes figuras del alpinismo y la escalada. ¡Michele Boscacci, Axelle Gachet-Mollaret, Denis Trento, Manfred Reichegger, Luca Negroni, Luciano Fontana, Anna Ghilardi…!. Son los gritos que percibo ahora con una nitidez que roza lo sobrehumano.
Hablamos, por supuesto, del Millet Tour du Rutor Extrême, una carrera legendaria cargada de épica que forma parte de La Grande Course junto a la Patrouille des Glaciers, la Pierra Menta, el Trofeo Mezzalama y la Adamello Skirace, y que es patrocinada desde 2009 por la emblemática marca francesa que ha cumplido ya 100 años haciendo historia en las montañas, período durante el cual también ha venido apoyando a la Compagnie des Guides de Chamonix, a la selección española de esquí de montaña, al Comité Olímpico de Austria o a deportistas españoles como Jordi Corominas, Ekaitz Maiz, Marta García o Nahia Quincoces.