Alta montaña. Reino de nieves y ventiscas. Territorio de glaciares e ibones helados. Agua que se filtra y se pierde por grietas y sumideros naturales. Desierto de altura. Las Tres Sorores: Monte Perdido (3.355 m), Cilindro de Marboré (3.328 m) y Añisclo (3.263 m). Escalofriante. Esto es alta montaña en su máxima expresión: abrupta, inquietante e incluso hostil para quien se adentra en sus dominios por primera vez. Monte Perdido.
Vientos, nubes, poderoso sol, heladas y deshielos… juegan con crestas, aristas, brechas, paredes tremendamente atractivas en su desnudez que desaparecen repentinamente, dando paso a barrancos y precipicios donde la mirada del que se asoma puede contemplar pérdidas de cientos de metros de desnivel, mientras algo llama a la puerta donde se esconde uno de los más inquietantes sentimientos humanos: el vértigo.