Este documental, protagonizado por el mito de la escalada y pionero francés Patrick Edlinger en 1982, es una de las primeras películas de la disciplina, tan fascinante o más que una película moderna con tecnología cinematográfica avanzada. El film, realizado por Jean-Paul Janssen, presenta la escalada al gran público y eleva a los escaladores a héroes modernos que desprecian el riesgo y la muerte. Edlinger escala en solo en Buoux y en las paredes de las gargantas del Verdon, su tierra favorita. Ahí, una escena final y antológica muestra un primer plano de Edlinger escalando en solo y descalzo una ruta difícil sobre cientos de metros de vacío, acompañado de la música de Johann Sebastian Bach.