Recuerdo que a la vuelta de una subida invernal al Veleta, estuvimos hablando de que podríamos aprovechar que tenemos en común la pasión por la montaña y estas enfermedades para hacer visible que personas como nosotros somos capaces de acometer este tipo de actividades, y que, exceptuando los momentos en los que estamos en brote, podemos llevar una vida normal. Y de aquí surgió la idea de ir a Pirineos para, durante una semana, hacer distintas travesías de alta montaña, entre ellas intentar coronar el Aneto y el Possets, documentándolo para, a través de distintos medios, darle visibilidad. A muchas personas con EII les es muy difícil llevar una vida normal ya que son enfermedades duras y en ocasiones muy limitantes e incomprendidas incluso por las personas más cercanas. Al hacer visible un reto como éste, pretendemos lanzar el mensaje de que la enfermedad no puede ni debe pararnos. Unos podremos subir al Aneto y otros hacer determinadas actividades que les puedan gustar. Lo importante es que tenemos que mirar hacia adelante y que nuestros procesos de enfermedad no nos deben impedir vivir la vida. En definitiva, demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces de realizar nuestros proyectos.