En 1911 Roald Amundsen al frente de un equipo de cinco hombres alcanzó por primera vez en la historia de la humanidad el polo Sur. 42 años más tarde, en 1953, Edmund Hillary y Tenzing Norgay se convirtieron en los primeros hombres en hollar la cima del Everest volviendo sanos y salvos. En ambas expediciones, PRIMUS, la marca nacida en Suecia en 1892, estaba presente. No es casualidad. El propio nombre de la marca, PRIMUS, significa “primero”, como primera fue esa solución de estufa sin hollín del mundo, que hervía agua siete veces más rápido que las convencionales y que supuso una revolución en los instrumentos necesarios para alimentarse con comida caliente en las expediciones a lo largo de todo el mundo.
PRIMUS, desde hace más de 100 años, ha sido la primera opción para aquellos pioneros que han superado fronteras o límites que parecían irrompibles. Los ejemplos de Amundsen, Hillary y Norgay son los más obvios, pero son muchos más los montañeros de primera línea y otros que acuden a la montaña porque la aman y les sirve para evadirse de sus problemas en un entorno en el que conectan con la naturaleza y con ellos mismos los que década tras década han confiado en la marca nacida en Estocolmo para saciar sus sueños y sus estómagos. Como en la propia marca dicen, “la experiencia, fiabilidad y tecnicidad de cada producto Primus hará posible que nuestra aventura se llene de sabores con los que recuperar fuerzas y apreciar todavía más la grandiosidad de la naturaleza”.
Hoy os presentamos varios productos para que disfrutar de la experiencia de comer en el restaurante más bello del mundo, que es la montaña, sea más fácil, práctica y satisfactoria.