“Al parecer, los montañeros españoles Alberto Rabadá y Ernesto Navarro, quienes desde hace días intentan escalar el Eiger en los Alpes suizos, se encuentran en dificultades. Según las noticias recibidas, el fuerte temporal que desde hace días castiga la zona impide el avance de los escaladores, mientras que las previsiones meteorológicas para las próximas horas indican que las malas condiciones atmosféricas van a continuar. Algunos equipos de salvamento se encuentran preparados para una posible operación de rescate de los dos montañeros”.
A primeras horas de la mañana del 14 de agosto, es Rabadá quien toma la cabeza en el último largo de la Chimenea bajo duras condiciones. Cuando logran situarse sobre el nevero superior de la rampa, han pasado cuatro horas, el tiempo empleado para escalar 40 metros. Toni Hiebeler anotará como Rabadá tiene que dar hasta 30 golpes para tallar un peldaño cuando un alpinista en buenas condiciones debería hacerlo en tres. Tres días en la pared sin apenas descanso, ni comida, ni bebida les llevan al límite. Tras avanzar las dos terceras partes de la Travesía de los Dioses a un ritmo descorazonador, deciden detenerse y pasar la noche en una cornisa que cuelga 1.600 metros sobre el vacío. La tormenta arrecia nuevamente sobre ellos. El jueves 15 de agosto, un equipo de rescate se prepara para ascender por el flanco oeste de la montaña y acudir en su ayuda. Han escalado hasta que no han podido más.