El 18 de mayo de 2008, el navarro Iñaki Ochoa de Olza, el rumano Horia Colibasanu y el ruso Alexey Bolotov están en el Campo V situado a 7.800 metros de altitud a solo un día de intentar el asalto a la cumbre del Annapurna por su cara sur. Allí se preguntan si serán capaces de hacer cima a lo que Iñaki responde que no lo sabe, que al día siguiente sería otro día y tendrían oportunidad de comprobarlo.
El 19 de mayo, y sólo a falta de 100-200 metros de desnivel de la cumbre, Iñaki decide darse la vuelta. Horia le interroga e Iñaki le responde que lo ve muy peligroso y que quiere regresar. Horia decide acompañarlo. “Eres mi amigo. Bajo contigo”. Alexey continúa en solitario. Horia presiente que algo va mal. Iñaki siempre ha sido más fuerte y rápido que él, y sin embargo ese día la situación es justo la inversa. A los pocos minutos de llegar al Campo IV y de tumbarse en la tienda, Iñaki sufre un ataque.
Se inicia entonces un rescate que es historia del alpinismo en el que además de Colibasanu y Bolotov, se suman sin dudarlo Urubko, Steck, Bowie, Anthamatten y otros muchos en el Annapurna y desde Navarra.