La considerada como mejor escalada de 1971 sería llevada a cabo por un potente equipo francés liderado por el excepcional Robert Paragot. La expedición gala consiguió la primera ascensión del hoy todavía mítico Pilar Oeste del Makalu, posiblemente la ruta más elegante abierta en una montaña de ocho mil metros.
A mediados del siglo pasado, el alpinismo francés experimentó un tremendo renacimiento. Frente al alpinismo aristocrático, con personalidades como Henri de Ségogne, y al alpinismo profesional, del que los guías eran la figura emblemática, se desarrolló una nueva forma de alpinismo amateur, procedente de la clase obrera parisina: el alpinismo “canalla” del que Robert Paragot era su máximo exponente. Insolente, iconoclasta, inconformista, simbolizaba a los alpinistas de posguerra de estirpe modesta que, burlándose de las convenciones y las reglas, dieron un vuelco a los estereotipos del “alpinista perfecto”. Robert Paragot encontró en la escalada el medio de liberar su energía y expresar sus sueños con ascensiones comprometidas que aunaban ética y estética al Aconcagua en 1954, la Muztagh Tower en 1956, el Jannu en 1962, la cara norte del Huascarán en 1966 o el Pilar Oeste del Makalu en 1971, que han escrito páginas de oro en los anales del alpinismo. En 2012 sería galardonado con el Piolet d’Or a la Vida Alpina, un reconocimiento conseguido anteriormente por sólo 3 alpinistas: Walter Bonatti, Reinhold Messner y Doug Scott.
“Makalu, Pilar Oeste. El 16 de febrero, la expedición francesa al Pilar Oeste del Makalu se dirigió a Nepal. Estaba compuesta por Lucien Bérardini, François Guillot, Robert Jacob, Claude Jager, Bernard Mellet, Jean-Claude Mosca, Jean-Paul Paris, Georges Payot, Yannick Seigneur, el Dr. Jacques Marchal y yo mismo a la cabeza. El Pilar Oeste, tan directo como una flecha que se eleva y alcanza casi 3.000 metros, es la estructura más hermosa que se pueda imaginar. Las condiciones fueron adversas desde el principio e incluso la marcha de aproximación se vio dificultada por la nieve profunda. Tardamos casi un mes en llegar al Campo Base a 5.000 m. El Campo II se estableció el 27 de marzo a 5.500 m como base avanzada. Esto fue en el comienzo de la magnífica cresta de los Gemelos, que nos llevó al pie del Pilar Oeste, donde colocamos el Campo III a 6.500 m. El inicio de la cresta fue una subida mixta severa y muy empinada, que se elevaba 1.000 m hasta la base del gran escalón, donde instalamos el campamento IV. El paso, la clave de nuestra ruta, era una barrera vertical de 7.350 m a 7.700 m (UIAA V+, A2). A los tres cuartos de la ascensión del espolón, equipado en gran parte por Seigneur y Mellet, había una plataforma providencial, que nos permitió situar el campamento V a 7.650 m tras días de esfuerzo. El 19 de mayo, Mosca y Payot equiparon el resto de la ruta en el espolón y montaron una sola tienda, el campamento VI, a 7.700 m. El oxígeno sólo se utilizó a partir de ahí. El 20 de mayo se dirigieron a la cima, pero se vieron obligados a detenerse debido a fallos en los equipos de oxígeno. Un intento de Guillot y Paris se echó a perder por una noche miserable en el campo VI, pero prepararon varios tramos de cuerda más arriba. El 23 de mayo, acompañados por fin de buen tiempo, Seigneur y Mellet salieron del campamento VI a las 2 de la mañana y alcanzaron la cumbre de 8.481 m a las 4:15 p.m. Estuvieron de vuelta en el Campo VI a las 09:30h”. Robert Paragot
