Euskadi es un territorio diferente. No alberga grandísimas montañas en altitud, pero sí en belleza. Si a esto se añade su historia, el carácter siempre activo de sus gentes por enseñar un territorio que aman, sus bonitos pueblos de interior y de costa y su gastronomía, siempre bien merece una visita.
La propuesta de estas páginas que tienes frente a ti lleva al senderista desde los viñedos de Oion y Laguardia hasta los marítimos puertos de Bermeo, Ondarroa o Lekeitio. En su camino atraviesa paisajes tan singulares como los de la Sierra de Cantabria-Toloño, el desfiladero del río Ayuda y los embalses de Ullibarri Gamboa, Urrunaga y Albina, en territorio alavés; y el Parque Natural de Urkiola, los relieves de Oiz y la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. También, pueblos y lugares llenos de historia como Albaina, Lagrán, Laño, el Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz, Otxandio, Durango o Gernika – Lumo y su Casa de Juntas y Árbol.
Justo antes de emprender un camino de 170 kilómetros lleno de historia, que deja a su paso lugares singulares y de gran riqueza paisajística, somos de una determinada manera. Al terminarlo, inevitablemente, algo cambia en nuestro interior. Son cientos las experiencias que se viven y miles los recuerdos que permanecerán para siempre en ese lugar de nuestra mente llamado memoria. Volvemos siendo diferentes. Si ese camino es en Euskadi, todo se magnifica, porque este lugar del mundo es especial. Empieza tu viaje.