“En Saucony, un buen día es cuando salimos a correr; un gran día, cuando inspiramos a otro a hacerlo”.

Para encontrar los orígenes de SAUCONY, hay que remontarse hasta 1898. Han pasado ya 125 años. No es nada fácil resumir su historia en un simple artículo, por muy extenso que este sea. Empezaré poniendo en contexto el tiempo transcurrido desde que un inmigrante ruso, Abraham Hyde, llegó a Norteamérica y se estableció en Kutztown, Pennsylvania, donde abrió su primera fábrica de calzado. Era 1898. Todavía no existían otras marcas de running que están en el imaginario de todos nosotros. Para que nacieran Mizuno o New Balance, habría que esperar a 1906; Brooks lo haría en 1914; Adidas y Asics, en 1949; Salomon, en 1947; Nike, en 1964; Hoka, en 2009. Estoy de acuerdo en que el año de nacimiento de una marca no es determinante para hablar de su calidad o éxito, pero lo que nadie puede poner en duda es que la experiencia acumulada por Saucony en todos esos años y la historia por la que ha atravesado le han llevado a alcanzar un grandísimo prestigio. La historia del running no sería la misma sin una marca como Saucony.