Te quería ver bailar. Era algo que tenía claro hacia más de dos vueltas al sol.
Me esperaba las cosas de un color más claro. Pero los colores claros son para las películas de otro tipo.
Siempre pensamos que los prados están llenos de bellas flores inmarchitables, pero nos dejamos en ese rincón olvidado las flores con espinas. Esas que nos curten un poco más.
No me gusta bajar la guardia.
Te vi bailar en muchos momentos, con sol, con lluvia, con niebla, en la noche…
Y bailar de verdad, contigo misma. ¡Qué sensación! Pensé que eras algo etéreo. Te vi bailar con el alba y el ocaso, mientras mi mente buscaba ese lugar ideal donde poder hacer que las luces, el paisaje y tú fuerais un triángulo perfecto.
Sobre todo, te quería ver bailar en directo. Desde un sofá las cosas no son tan sinceras. Desde un sofá no te mojas ni pasas frio. Ni ves las nubes bailar a 3000 metros. Desde un sofá todo es más fácil.
Te quería ver bailar y lo hice.