“El recorrido de la modalidad Trail 50K nos hará vivir y experimentar al completo la riqueza y diversidad de los paisajes que acoge el valle de Siarb. Desde el inicio, bajaremos por viejos caminos empedrados que unen los pueblos del valle, por el robledal de Vilamur, hasta atravesar el río del Cantó, ya a unos 900 metros de altitud. Pronto cogeremos la primera subida hasta el privilegiado pueblo de Tornafort. Rodeado de pastos, el pueblo cuenta con las mejores vistas del valle al estar situado encima de una colina. Una bajada directa hasta la Ribera de Sort y un tramo llano entre bosques de ribera antes de llegar a la capital pallaresa serán el preludio del plato fuerte del día. Desde Sort, junto a la Noguera Pallaresa, ya a 700 metros de altitud, encararemos la gran subida de 1.800 metros de desnivel positivo en tan sólo 10 kilómetros, íntegramente por sendero, entre majestuosos bosques de pino silvestre y pino negro que nos llevarán hasta los prados alpinos del pic de l’Orri, techo de la carrera y del municipio de Soriguera, a 2.440 metros de altitud. Su ubicación privilegiada nos ofrecerá una gran vista panorámica: desde la Sierra del Cadí y las grandes montañas del Pirineo Oriental, pasando por los Montsecs, los picos de Aigüestortes, hasta la Pica d’Estats. Desde aquí bajaremos a la estación de esquí de Port Ainé, en el hotel más alto de los Pirineos, a 2.000 metros de altitud”. Este es el primer párrafo de la descripción que podemos encontrar en la web de la modalidad de 50K de la Skyrace Pic de l’Orri, que el primer fin de semana de mayo celebrará, con salida en la localidad de Vilamur (Lleida), su primera edición, y que cuenta en su dirección técnica con el conocido corredor Abel Carretero. Una lectura sosegada de la misma ya nos hace ver que no estamos ante una carrera cualquiera. La belleza de los paisajes del valle de Siarb, de bosques de ribera, de robledales, de pinos silvestres y pinos negros, de prados alpinos o del pic de l’Orri, con sus 2.440 metros de altitud, da la mano a una gran dureza que encuentra su máxima expresión en el ascenso desde Sort al pico que da nombre a la carrera: 1.800 metros de desnivel positivo en tan sólo 10 kilómetros. Casi nada.