Son muchos los que afirman que la subida desde el Pla de l’Estany hasta la cima del Comapedrosa es de las más duras, si no la más, de las que se afrontan en las Skyrunnerィ World Series. Llegar a la base de este ascenso, al refugio que toma el nombre de este valle bellísimo y salvaje, supone haber salvado ya los aproximadamente 1.000 metros de desnivel positivo que hay desde la línea de salida en Arinsal hasta el Pic de les Fonts (2.748 metros). Pero es que a partir de este punto, si uno levanta la vista hacia los dos kilómetros lineales con 1.000 metros de desnivel positivo que toca afrontar, sabe que está a punto de entrar en un mundo vertical del que probablemente solamente se pueda salir por arriba, ya que una vuelta atrás supondría acometer un descenso realmente problemático. En cualquier caso, no hay tiempo para pensar. Cientos de gargantas jalean a los corredores para no hacerlos dudar.