El aire frío del otoño comienza a recorrer los valles y las primeras nieves se esperan ya en las cumbres. En esta época, la montaña exige prendas capaces de adaptarse a cambios bruscos, con mañanas heladas, ascensos intensos y descensos expuestos al viento. No basta con ofrecer calidez térmica; las prendas deben ser capaces de transpirar para que el cuerpo mantenga el máximo rendimiento durante el esfuerzo. El equilibrio entre aislamiento, ligereza y ventilación es esencial. Una capa que conserve el calor sin generar sobrecalentamiento, que proteja del frío y del viento sin limitar la movilidad, es la diferencia entre obtener lo que buscamos en la actividad o por el contrario tener que limitarla por incomodidad o fatiga.
Para dar respuesta a estas exigencias, CIMALP ha desarrollado CIMAGRID® 230 y CIMAGRID® LIGHT, dos tecnologías de tejido que optimizan el equilibrio entre aislamiento térmico, transpirabilidad y libertad de movimiento. Ambas se basan en una estructura en rejilla cuadriculada, que combina bloques de forro polar separados por canales de ventilación estratégicamente situados. CIMAGRID® 230 ofrece un mayor aporte térmico para condiciones más frías o actividades con pausas, mientras que CIMAGRID® LIGHT proporciona máxima ligereza y ventilación, pensada para esfuerzos intensos en los que la evacuación del sudor es prioritaria. Esta construcción permite que la prenda proporcione calor allí donde se necesita, evacúe la humedad en zonas de alta sudoración y acompañe el movimiento sin restringir la movilidad, garantizando así un rendimiento óptimo en todas las fases de la actividad.
Gracias a estas tecnologías, varias prendas de la colección CIMALP ya integran estas soluciones avanzadas. Cada modelo que hoy os presentamos ha sido diseñado para maximizar el rendimiento en condiciones específicas. Al usar tecnologías propias, la casa francesa es capaz de ofrecer unos precios que resultan significativamente más atractivos que los de su competencia.







