Antes de comenzar esta actividad, Tommy Caldwell ya era considerado uno, si no el más, de los mejores escaladores de big wall del mundo. Kevin Jorgeson, sin embargo, era prácticamente un novato en esta disciplina. Su fama venía del mundo del boulder. Probablemente sea por este motivo, y por las singularidades de Tommy, por lo que Caldwell se ha llevado la mayor parte del protagonismo de esta actividad. Si hoy preguntásemos a aficionados, no fanáticos, por los nombres de los escaladores que hicieron realidad este proyecto, prácticamente el 100% nombraría a Caldwell, mientras que muchos de ellos no recordarían el nombre de Jorgeson. En este artículo queremos poner en valor a este último, y, en un ejercicio de razonamientos y suposiciones, tratar de meternos en su mente, sobre todo, en ese difícil pitch 15 para el que tuvo que emplear siete u ocho días mientras que Tommy Caldwell, en un principio, seguía avanzando. Muchos dudaban de que Jorgeson conseguiría superarlo. Probablemente, sólo él y los que mejor le conocían sabían de las enormes posibilidades que su fortaleza mental le conferían.