Dean Potter, la leyenda de la escalada para el que Yosemite no tenía secretos, desafió las normas convencionales e introdujo elementos que cambiaron la percepción de algunos deportes donde el riesgo extremo está presente en todo momento. Su arrojo le llevó a enfrentarse a paredes verticales sin la seguridad de las cuerdas y los arneses. En el salto BASE vio el elemento que podría llevar sus “artes” a otro nivel y no dudó en incorporar un pequeño paracaídas en sus ascensiones en solo integral. En 2008 se planta al pie de una vía icónica del valle californiano, The Rostrum, equipado con poco más que unos vaqueros, unos pies de gato, una magnesera y ese pequeño paracaídas. La escalada de esta vía sorprendería al mundo al convertirse en la escalada en solo integral más larga y dura hecha en Yosemite hasta la fecha; algo que sólo la llegada de Alex Honnold logró cambiar.