100 millas, las que van desde Squaw Valley (California), en Lake Tahoe, hasta Auburn, con casi 6.000 metros de desnivel positivo y 7.000 de negativo, que se adentran en las altas montañas cubiertas de nieve de Sierra Nevada y atraviesan los cañones del American River, con temperaturas propias del infierno.
En 1974, el experto jinete Gordy Ainsleigh decidió hacer a pie el camino que completaban los caballos que llevaban el correo desde Lake Tahoe a Auburn. Para ello invirtió 23 horas y 45 minutos. Quién sabe si de forma inconsciente, se estaba convirtiendo en el fundador del ultratrail moderno, a la vez que creaba The Western States 100.
Hoy, más de 2.000 personas califican cada año, pero 400 son las elegidas para participar en una de las pruebas más icónicas del mundo. Sólo el 65% de los participantes llega al final. En años extremadamente cálidos, esta cifra no alcanza el 50%.
En 2010, cuatro de los mejores corredores de montaña del mundo acudían a la línea de salida con el mismo objetivo: ganar The Western States 100. Sólo tres personas habían terminado alguna vez por debajo de las 16 horas. Con el nivel de ese año, lo normal era que se batiera el irrompible récord de 15 horas y 36 minutos en posesión del legendario corredor y siete veces ganador de la prueba: Scott Jurek.
Anton Krupicka, Kilian Jornet, Hal Koerner y Geoff Roes nos brindaron una disputa nunca antes vista, recogida en la que posiblemente sea la mejor película de ultratrail realizada hasta la fecha. Los planos, la historia, los atletas… Una posibilidad entre un millón de que todo se conjugara como lo hizo para obtener este resultado final. Sobran las palabras.
Con todos vosotros: UNBREAKABLE | The Western States 100.