El domingo 10 de marzo de 2019, a las 10:34, Benedikt Böhm y parte de su equipo alcanzaban el pueblo de montaña de Kasern tras cruzar los Alpes de norte a sur en esquís de montaña en menos de 30 horas sin hacer paradas. Tras ellos quedaban 210 kilómetros con 10.500 metros de desnivel que a un montañero entrenado pueden llevar entre tres y seis días.
“Speed-Transalp fue para mí una experiencia indescriptible. Estoy completamente en las últimas, me duelen los pies y todo mi cuerpo está agotado. No puedo esperar a tenderme en la cama, pero a la vez estoy increíblemente feliz de haberlo logrado”.
El proyecto surgió en el año 2006 cuando Schorsch Nickaes, miembro del equipo nacional alemán de esquí de montaña, pensó en atravesar los Alpes en esquís aprovechando las copiosas nevadas de ese año. En aquel momento, la travesía les llevó algo menos de tres días de sol a sol. 13 años después, en el mes de enero, se registran nevadas de hasta 4 metros de espesor y Nickaes aprovecha la ocasión para lanzarle un desafío a Böhm: “Creo que en 35 horas la puedes hacer. Si quieres te monto la ruta”.