“Vall de Núria no tiene nada que envidiar a los mejores sitios donde he estado. Es un lugar muy mágico y especial. Aporta mucha tranquilidad, calma y desconexión. Es un sitio único en el mundo. Tenemos mucha suerte de tener en el Pirineo catalán este valle rodeado de grandísimas montañas, un Santuario en medio de la nada, a prácticamente 2.000 metros, con un lago precioso y con una oferta de actividades que te hacen vivir una gran experiencia”.
Viajamos con Sheila Avilés a Vall de Núria, en el corazón del Pirineo catalán y reino del Puigmal y de muchas otras montañas que rozan los 3.000 metros. La corredora catalana se muestra entusiasmada de presentarnos un lugar que ella define como calma, tranquilidad y conexión. Hablamos de las montañas del valle, del Santuario, del lago, de la multitud de actividades que allí se pueden realizar y, en general, de la experiencia de su visita, que comienza mucho antes de llegar allí, al coger el tren cremallera que por pasajes angostos te lleva a un lugar mágico, único y especial. Conforme hablamos, sus ganas de volver van creciendo, tanto que al final quedamos en encontrarnos allí este verano.