“Hay muchos factores que han hecho que sea la primera persona en encadenar un 9c. Seguramente sea porque tengo talento, porque mis padres me han ayudado mucho para poder viajar por Europa a escalar cada fin de semana en roca. También por todas las competiciones que he hecho… Pero creo que lo más importante es que la escalada me gusta casi demasiado. En todos los entrenamientos, cinco horas al día, seis días a la semana, durante veinte años, me he esforzado al máximo. Ha sido duro, pero a mí me gusta. Si no lo haces de esta manera, se convierte en un sacrificio muy difícil de conseguir, pero yo, a pesar de la dureza, lo disfruto. Es muy difícil que a alguien le ocurra lo mismo”.
A comienzos de este año, el mundo de lo vertical recibía la noticia de que Adam Ondra pasaba a formar parte del equipo de escalada de MAMMUT. Tras la sorpresa inicial, vino la calma. Todo parecía encajar a la perfección. La marca suiza siempre ha sido sinónimo de calidad contrastada e innovación continua en la escalada, algo compartido con la evolución en la carrera del escalador checo. Adam Ondra se une ahora al austriaco Jakob Schubert, a la británica Madeleine Cope y a la suiza Katherine Choong para formar un equipo realmente inspirador.
Con Adam Ondra hemos tenido la oportunidad de charlar en dos ocasiones sobre muchos temas, entre los que en este artículo destacamos sus primeros recuerdos, la importancia de la técnica, la evolución, el futuro, sus fuentes de inspiración, el equilibrio y la fluidez de un momento histórico.
Con todos vosotros, un mito en vida. Palabra de Adam.