“La fotografía de montaña y freeride es un sueño. Uno de los que no siempre se cumple. Hay que insistir. Hay que ser inconformista, perfeccionista y paciente. Y hay que hacer un trato con la madre naturaleza, dándole el tiempo que necesite para dibujar esa atmósfera que apareció en tu sueño para después cumplir tu parte del trato, que no es otra que estar en el momento indicado en el lugar previsto. Será entonces cuando se produzca la magia de la imagen que apareció en tu mente. Es un trato un poco injusto. Ella siempre gana y tú sólo algunas veces. Ella es caprichosa. Te va a hacer intentarlo una y otra vez hasta que quiera, pero cuando decida que es el momento, si no estás, habrás perdido la oportunidad. Y puede que nunca más la vuelvas a tener”.