“Zegama es Zegama”. La lluvia, el viento, el barro y las bajas temperaturas se alían para recordarnos hasta qué punto somos pequeños ante la inmensidad de la montaña. Sentimientos muy intensos. Pasión y sacrificio. Esfuerzo y satisfacción. En busca del final perfecto. Difícil de olvidar. Muy difícil. Casi imposible. Sólo unos pocos atletas afortunados tienen la oportunidad de correr por las cumbres más emblemáticas del País Vasco y caer rendidos a los encantos de los espectadores que les animan a cada paso. Un pueblo de poco más de 1.500 habitantes se transforma para convertirse en el epicentro del trail running durante un fin de semana único.