22 Abr LLUÍS RUIZ OLLER. La excelencia en la normalidad
Lluís Ruiz Oller es un corredor que siempre está ahí. Retirarse en una competición no entra nunca en sus planes. Sólo lo ha hecho en tres ocasiones durante los últimos 10 años. En esta charla, nos cuenta en qué radica la clave para esto. La temporada pasada firmó resultados muy importantes, entre los que destacan sus dos cuartos puestos en Lavaredo Ultra Trail y en Ultra Pirineu, que probablemente le valieron su fichaje por una marca que él y muchos consideramos diferente, con carácter: La Sportiva. Ha sido muy inspirador charlar con Lluís. Tras leer esta conversación con el corredor catalán, si en una carrera piensas en retirarte, te acordarás de sus palabras y probablemente no lo hagas. Gracias, Lluís.
Por Kissthemountain
Lluís: Buenos días, Juanmi. ¿Qué tal estás?
Kissthemountain: Bien, los viernes siempre se ve la vida de otra manera. ¿Cómo estás tú? ¿Trabajas hoy?
L: No, toca descanso.
K: ¿A qué te dedicas?
L: Al sector de la carpintería. Estoy en una empresa montando muebles.
K: ¿Hay faena en esta época?
L: Sí, la hay, pero no tanto como antes de las vacaciones de verano y de Navidad. Ahora, se está más tranquilo.
K: Imagino que hoy aprovechas el día para hacer un buen entrenamiento.
L: Haré poca cosa porque mañana compito en el Ultra Trail de Barcelona, en la distancia maratón. Hoy saldré a hacer un rodaje suave con mi pareja, Lorena, y luego toca descansar. [Esta charla tuvo lugar un día antes de la prueba, en la que Lluís se hizo con la victoria entrando en meta junto a Marc Ollé].
K: ¿Te tomas muy en serio el descanso previo a la competición?
L: Depende. Esta carrera no es objetivo principal, por así decirlo. Así que he entrenado fuerte hasta el miércoles. Ayer ya sí que descansé. En cualquier caso, me gusta apurar porque de lo contrario se me hace muy larga la semana [Risas].
K: Antes de entrar en faena con esta charla… ¿Sigues manteniendo amistad con Gerard Morales [también corredor de montaña]?
L: Sí, de hecho, el domingo cenaré con él.
“Un amigo me dijo que era un corredor “casi”. “Casi” nunca gano nada. Esto ocurrió, sin ir más lejos, la temporada pasada, pero terminé muy contento. Siempre salgo a las carreras sin muchas expectativas, no porque no crea en mí, sino por mi manera de afrontar la competición. Pienso que he entrenado bien y que por lo tanto saldré a dar todo lo que tenga, pero el resultado me da un poco igual, por así decirlo. Con este planteamiento, todo lo que venga, sea un cuarto puesto en Lavaredo o un décimo en otra carrera, es bueno. Voy tranquilo sabiendo que, al final, la distancia y los rivales me pondrán en el lugar en el que tengo que estar”.
K: Dale recuerdos de mi parte. Le tengo mucho aprecio. Creo que él a nosotros también. Eso espero [Risas]. Acabo de estar echando un vistazo a tu palmarés. La temporada pasada fue muy buena para ti. Te hiciste con dos cuartos puestos en La Sportiva Lavaredo Ultra Trail y en Salomon Ultra Pirineu, con un tercer puesto en el Campeonato de España Ultra en Trencacims o con un segundo en Pel Camins dels Matxos. En tu palmarés, también acumulas dos sextos puestos en Ultra Pirineu, en 2021 y 2022, un 14º en la prueba reina de UTMB 100M, en 2019, o un 13º en la TDS de 2016, además de muchos otros grandes resultados en competiciones nacionales. Esto te ha ido permitiendo contar con patrocinadores o equipos como Flying Burrito o Kinetik Adrenalink, pero es este año cuando al fin consigues entrar a formar parte de una marca de gran prestigio internacional como La Sportiva. Me imagino que estarás muy contento. Se te ve como un gran currante de este deporte. Creo que te merecías estar en un equipo grande, sin desmerecer a los otros, por supuesto.
L: Sí, es como dices, sin desmerecer, pero La Sportiva está como un escalón por encima de las otras marcas en las que he estado. Respecto a la temporada pasada, y en general, un amigo me dijo que era un corredor “casi”. “Casi” nunca gano nada. Esto ocurrió, sin ir más lejos, la temporada pasada, pero terminé muy contento. Siempre salgo a las carreras sin muchas expectativas, no porque no crea en mí, sino por mi manera de afrontar la competición. Pienso que he entrenado bien y que por lo tanto saldré a dar todo lo que tenga, pero el resultado me da un poco igual, por así decirlo. Con este planteamiento, todo lo que venga, sea un cuarto puesto en Lavaredo o un décimo en otra carrera, es bueno. ¿Qué más quiero? Hay muchos corredores más fuertes que yo que no llegan a meta. Para tener resultados, más o menos buenos, hay que hacerlo. Creo que es mi forma característica de afrontar la competición. Voy tranquilo sabiendo que, al final, la distancia y los rivales me pondrán en el lugar en el que tengo que estar. El año pasado, creo que sin hacer nada diferente en cuanto a los entrenamientos, quizás por la experiencia acumulada, me vi colándome ahí delante. En carrera, cuando adelantas a alguien a quien hace unos años ni tan siquiera pensabas que podrías seguir, te sientes muy bien. Vas evolucionando. Es importante terminar la carrera y sentir que todo ha ido bien.
K: Los resultados del año pasado fueron muy buenos. No es lo mismo hacer un cuarto puesto en Lavaredo Ultra Trail o en Ultra Pirineu que en otras carreras. Imagino que estos resultados influirían en que te llamase La Sportiva. Es bonito, sobre todo por cómo me cuentas que te tomas la competición.
L: Hace un par de años, les tanteé para ver si había posibilidad de entrar a formar parte del equipo. Es una marca que siempre he visto diferente a las demás, muy suya, con mucho carácter. Me gusta mucho. Gerad Morales me dijo, medio en broma, que me haría de representante. Habló con Pere Rullan, el team manager, pero, por entonces, por lo que sea, no encajó. El año pasado, más o menos en mayo, después de Zegama, hablando con Pere de cómo le había ido la carrera, me dijo que teníamos que hablar de negocios [Risas]. Desde entonces, estoy probando zapatillas de La Sportiva. Me comentó que lo haríamos si me iban bien, porque este es un aspecto fundamental. De nada sirve correr con una gran marca, si su calzado no te funciona. En Ultra Pirineu, ya corrí con la Jackal para ver qué tal me iban. Todo me encajó. Nos pusimos de acuerdo y en noviembre cerramos mi incorporación.
K: ¿Desde cuándo llevas compitiendo en trail, Lluís?
L: Hago ultras desde 2013. Antes, llevaría tres o cuatro años haciendo carreras más pequeñas.
K: ¿Cuál fue tu primer ultra? ¿Te acuerdas?
L: Una prueba de bicis que se llama Terra de Maquis, cerca de casa, quiso probar con un formato de carrera a pie. Eran dos días, con GPS, 60 kilómetros el sábado y 65 el domingo. Corrí para ver qué tal era esa experiencia de la larga distancia y la aventura. Nunca había corrido en carrera más de 20 kilómetros. Al terminar, me dije que yo quería hacer eso. Aquí me he quedado.
“En el panorama actual, hay corredores que tienen la suerte, o la desgracia, de poder vivir profesionalmente de ello; otros, sin embargo, no. Cuando te pones en una salida como la de Ultra Pirineu, miras a tu lado y ves a varios que viven de esto, te preguntas qué puedes hacer tú compitiendo con ellos. Algo te dice que no vas a poder, porque probablemente tienen una ventaja, pero, al final, y por eso me gustan las ultras, la distancia pone a cada uno en su sitio”.
K: Mi primer ultra también fue en 2013, en Ultra Pirineu, por entonces Ultra Cavalls del Vent. Al año siguiente, hice Transvulcania.
L: Pues coincidimos allí.
K: ¡Qué calor! En el número de febrero de Kissthemountain, hicimos un reportaje muy bonito de esa edición. Échale un vistazo. Te gustará. Con todos estos años de experiencia, me gustaría conocer tu punto de vista sobre parte del camino que está tomando el trail running. Es un hecho que este deporte está creciendo exponencialmente. Eso tiene sus puntos malos, como el hecho del desorden montado alrededor de todas las federaciones y circuitos, algo de lo que hablé hace un tiempo con Pere Rullan… Pero, también algo positivo, y es que las marcas se están fijando más en este deporte con la llegada, cómo no, de la televisión, que permite que hoy los corredores puedan aspirar al sueño de la profesionalización. Esto está produciendo una situación un tanto desequilibrada entre corredores de gran nivel. Unos pueden dedicarse exclusivamente a este deporte, mientras que otros deben compaginarlo con sus trabajos. Miras la línea de salida de una gran carrera y ves que conviven corredores que pueden dedicarse en exclusiva a este deporte, con otros que deben sacar tiempo después del trabajo para entrenar, como es tu caso. Imagino que, con el tiempo, todo se pondrá en su sitio y se igualarán las cosas entre los mejores corredores del pelotón.
L: Mi opinión es una más. Cada uno tiene la suya. Es cierto que, como te decía Pere Rullan, el deporte ha crecido de forma desordenada. Está probablemente haciéndolo a un ritmo mucho mayor del aconsejable para que todo evolucione bien, por pasos. En el panorama actual, hay corredores que tienen la suerte, o la desgracia, eso daría para otro tema, de poder vivir profesionalmente de ello. Otros, sin embargo, no. Antes de la pasada edición de Ultra Pirineu, Pere me preguntaba cómo me veía. Le dije que muy bien, pero es que cuando te pones en una salida como la de esa carrera y miras a tu lado y ves a varios que viven de esto, te preguntas qué puedes hacer tú compitiendo con ellos. Algo te dice que no vas a poder, porque probablemente tienen una ventaja, pero, al final, y por eso me gustan las ultras, la distancia pone a cada uno en su sitio. Si eres cabezota, puedes tener tus opciones, aunque en la salida, claro que tienes dudas. Te dices que es imposible quedar el cuarto, como el año pasado, porque hay varios corredores que viven de esto. Luego sales, corres y te ves ahí delante. En mi caso, parece que no me va tan mal compaginando el deporte con el trabajo.
K: Está bien que una gran marca te pague una cantidad suficiente para que únicamente tengas que preocuparte de entrenar, comer, dormir y repetir, pero esto también puede tener una doble cara. Si te dedicas exclusivamente a correr, la presión puede ser mucho mayor. Si te salen un par de malos resultados, todo se puede volver oscuro. Si yo tengo un mal día en el trabajo, me voy a la montaña y me olvido de todo, pero si tu trabajo está en la montaña, todo cambia.
L: Es difícil este tama porque cada persona es diferente. Yo no lo he vivido, por lo que no puedo hablar de lo que ellos sienten. Mi presión es conmigo mismo, no con las marcas. Por eso, no tengo muchos problemas. Si algún día se alinean los astros y me hago profesional, podría responderte mejor a esta pregunta. Por ahora, lo veo difícil. Claro que me gusta hacer buenas carreras, pero si no me salen, sé que el lunes me levantaré a las 06:45 y me iré a trabajar. Por eso no tengo esa presión. Hay corredores que funcionan bien con ella y otros que no. Como te he dicho, es un tema muy complicado. Me es difícil hablar de su caso porque yo no vivo esa situación.
K: En tu carrera, sólo has abandonado en tres pruebas en los últimos 10 años, dos en Andorra y una en UTMB. Creo que dice mucho de tu forma de entender la competición. Habrá carreras en las que todo te salga rodado y otras en las que te plantees qué estás haciendo ahí. Me gustaría hablar de fortaleza mental.
L: Eso de plantearme qué estoy haciendo ahí, creo que no me ha venido nunca a la cabeza. Estoy ahí porque quiero. Sé que voy a sufrir, que voy a tener dolor de piernas, que el estómago me puede jugar malas pasadas… Sabes que pueden pasar mil cosas y que van a suceder. Ya sabes cómo es la larga distancia. Estés delante o detrás, tendrás con total seguridad malos momentos. Cuando me vienen, es como si los estuviese esperando. Soy consciente de que es lo que hay, y que tengo que superarlos. Si no quisiera tener malos momentos, igual jugaría a la petanca. Es parte del juego. Como no me pongo la presión por el resultado, me es más fácil terminar las carreras. Si voy cuarto, perfecto; si me adelantan dos, pues no me importa. Pienso que puedo seguir corriendo y comiendo. Sé que estoy cansado, pero el que me ha adelantado y el que va detrás, también. Otros tendrán un bajón más tarde. ¿Eso quiere decir que eres mejor? No. Es gestionar y saber dónde te metes. Son 100 kilómetros en los que pueden pasar tantas cosas que debes tener claro que tendrás momentos malos que afrontar y buenos que aprovechar. Lo importante es llegar a meta y punto.
K: A mí me ha pasado muy pocas veces que si en el kilómetro 50 voy mal de piernas, estas se recuperen. Veo que en tu caso es diferente.
L: Y tanto. Este año pasado, sin ir más lejos, en el Campeonato de España de Trencacims, en el kilómetro 30, teníamos el primer punto de avituallamiento asistido. Como iba con la FEEC, estaban Pere Rullan y Fernando Rosa haciéndonos la asistencia. Allí les dije que mental y físicamente estaba fuera de carrera. No me iban las piernas y me quedaban aún 45 kilómetros. Les comenté que tiraría y que terminaría, pero que no iba. Necesitábamos los puntos para el equipo. Al final, me metí tercero, porque al cabo de 15 kilómetros se giró todo. De ir mal a sentirme bien. Le di una oportunidad al cuerpo y este reaccionó.
K: Me hablas de Trencacims y precisamente quería preguntarte por esa carrera. En un momento de la prueba, ibas noveno o décimo. Creo que en cabeza marchaban Marc Ollé y Miguel Heras. Al final, te metes tercero con lo que me cuentas que estabas pasando. Debe de ser algo increíble ir adelantando a tanto corredor de primer nivel.
L: Sí, y es por lo que te digo, por darle una oportunidad al cuerpo en ese mal momento. Es lo que hablábamos antes. Hay mucha gente que cuando ven que no están en carrera, que las piernas no reaccionan bien, se van para casa. Yo siempre me digo de esperar, que seguro que es posible sacar energía de donde no crees que la hay. Soy muy fan de eso. Siempre, en el kilómetro 50 o por ahí, me viene un bajón, pero como estoy preparado, sé que pasará. Hay que saber gestionar estas situaciones y entrar en el modo de ultra. Hasta el 40 o el 50, vas bien, entre comillas, luego el cuerpo te dice que no quiere correr más, pero si le sigues dando, es como si el organismo se resignase. Esto me lo encuentro prácticamente en todas las ultras. El primer bajón te dice que va a ser imposible, pero si le das la oportunidad al cuerpo, este te deja correr. Es un cabrón.
“Hay mucha gente que cuando ven que no están en carrera, que las piernas no reaccionan bien, se van para casa. Yo siempre me digo de esperar, que seguro que es posible sacar energía de donde no la hay. Siempre, en el kilómetro 50 o por ahí, me viene un bajón, pero como estoy preparado, sé que pasará. Hay que saber gestionar estas situaciones y entrar en el modo de ultra. Hasta el 40 o el 50, vas bien, entre comillas, luego el cuerpo te dice que no quiere correr más, pero si le sigues dando, es como si el organismo se resignase. El primer bajón te dice que va a ser imposible, pero si le das la oportunidad al cuerpo, este te deja correr. Es un cabrón”.
K: No es lo habitual encontrarse gente con ese planteamiento entre corredores que están siempre ahí delante. Muchos se retiran cuando ven que la carrera no les está saliendo y dicen que se guardan para la siguiente.
L: Eso de guardar para la siguiente me ha hecho siempre gracia, entre comillas. No voy a tirar un cartucho aquí… Pero, si tú ya venías con la intención de hacerlo, ¿por qué no le das una oportunidad?
K: Es una excusa mental porque no cuentan con esa fortaleza mental que tú tienes. Te puedes poner muy humilde, pero es obvio que está entre tus puntos más fuertes.
L: Sí, pero no me considero una persona que tenga una mente espectacular. Simplemente, intento ser consecuente con lo que tengo, con lo que hay y con la carrera. No siento que mi cabeza sea nada fuera de lo normal. Me digo que, si es un objetivo, voy a darlo todo. Si no va bien, no pasa nada, pero al menos lo he intentado. No era el día. Así, saco resultados. Eso es lo que hago yo.
K: Háblame de tu forma de entender este deporte. ¿Por qué corres por la montaña? ¿Sientes una conexión especial con ella?
L: Corro porque me gusta y porque, al llegar el buen tiempo, cuando voy al Pirineo, en las primeras salidas, con el calorcito, me siento muy bien. Esa sensación de libertad es muy grande para mí. Estoy ahí y me siento perfecto, subiendo y bajando, con las vistas, con lo bonito del entorno. Me encanta esa fusión entre la mente, el cuerpo y el terreno. También hay días perros en los que todo se tuerce.
K: ¿Tienes algún momento especial compitiendo que guardarás para siempre?
L: Sin irme muy lejos en el tiempo, el año pasado, en Per el Camin dels Matxos, tuve un duelo mano a mano con Andreu Simon. Daban un premio económico importante si bajabas de seis horas. Él lo consiguió; yo me quedé a 42 segundos. Pero la sensación de llegar y pensar en lo bien que me lo había pasado corriendo con Andreu…Terminé tan contento. A 10 kilómetros de meta, veía que no conseguiría bajar por un minuto aproximadamente, pero fue una sensación impresionante por cómo me había ido y por lo bien que había corrido. Me quedé a dos velas con lo del premio económico, aunque la sensación de competir de tú a tú con Andreu, que para mí es un corredor excepcional, apretándole, fue brutal. Me lo pasé muy bien.
K: ¿Dónde vamos a verte este año compitiendo? Imagino que irás a Lavaredo Ultra Trail, ¿no?
L: Sí, allí estaré. También, en Ultra Pirineu. En mayo, iré a Domusa Teknik, en el País Vasco. Y quizás haya una cosita en agosto que no te puedo contar aún [Risas].
K: ¿Estarás en UTMB?
L: No, no, pensaba ir, pero cuando vi que tenía que pagar 400 euros… Ya la he hecho. He corrido allí varias veces y no me motiva tanto como para pagar esa cantidad. He salido tres veces a hacer UTMB y he terminado dos. Sé lo qué es y no me motiva.
K: Por entrar un poco en polémica…
L: ¡A ver, a ver! [Risas].
K: Imagino que ese dinero incluso te lo daría La Sportiva. Supongo que es más por un tema de principios.
L: Seguramente lo harían por mí, pero no quiero que paguen ese dinero por una sola carrera. UTMB ya tiene suficientes ingresos como para que los que intentamos estar ahí delante tengamos que pagar. Es como si Kilian tuviese que hacerlo para correr allí o Messi para jugar la final de la Champions League. No le veo sentido. Tendría que ser justo lo contrario. Por ahí no quiero pasar.
K: A ver qué ocurre con esto. Hay carreras que demuestran que hay vida más allá de UTMB.
L: Eso pienso yo también. Quizás en el futuro, más corredores lo vean. Ahora, todo es UTMB. Sí, está muy bien, pero quizás haya carreras con el mismo nivel sin tener que pasar por el aro. Seguramente, serán carreras que te traten y cuiden mejor. Me parece bien que vayan a ganar dinero porque son una empresa, pero quizás…
“Corro porque me gusta y porque, al llegar el buen tiempo, cuando voy al Pirineo, en las primeras salidas, con el calorcito, me siento muy bien. Esa sensación de libertad es muy grande para mí. Estoy ahí y me siento perfecto, subiendo y bajando, con las vistas, con lo bonito del entorno. Me encanta esa fusión entre la mente, el cuerpo y el terreno. También hay días perros en los que todo se tuerce”.
K: Te entiendo.
L: Alguna vez volveré y seguro que tendré que ceder si la cosa no cambia, pero, de momento, no entra en mis planes. No sé.
K: Me ha gustado mucho hablar contigo. Suerte este fin de semana.
VER EN FORMATO REVISTA