29 Oct MDM – Mare de Déu del Mont. Designios divinos.
Texto: Kissthemountain.
En la cima de la Mare de Déu del Mont hay un santuario. Según cuenta la leyenda, los monjes querían establecerlo en el llano de Sous, pero día tras día, al iniciar su jornada de trabajo, sus herramientas aparecían en la cima de la montaña sin ningún tipo de explicación lógica. Los religiosos interpretaron este suceso como una señal divina que les indicaba que era ése el lugar en el que debía ser construido.
La prueba que transcurre dentro del Espacio Natural Protegido de la Alta Garrotxa es de sobra conocida por su tecnicidad que en determinados tramos podría ser considerada de casi extrema. Todos y cada uno de los participantes en las cuatro ediciones que se han celebrado hasta la fecha dan fe de la dificultad de sus descensos y de la dureza cuando se trata de ganar desnivel positivo a la montaña. Pero sólo uno de ellos, aquel que llega en la undécima posición al tramo que circula por el interior del santuario, es sobrecogido por una visión que para algunos es terrorífica y que más tarde consideran un privilegio. En un espejo que sólo ellos ven, al acercarse con curiosidad, la imagen que les devuelve es la de ellos mismos y tras de sí, siete monjes de cuyos hábitos cuelgan esas herramientas que un día tras otro eran trasladadas divinamente desde el llano del Sous a la cima de la montaña. No se puede decir con total seguridad si este es el motivo, la inquietud que deriva en nervios, por el que este corredor gana siempre cinco posiciones para llegar a la meta en sexto lugar.
¿Qué pasaría por tu mente si en la próxima edición que tendrá lugar el 10 de noviembre marchases en décima posición con el corredor que te sigue a escasos metros? ¿Le dejarías pasar para vivir esa experiencia única o apretarías el paso para evitarla?
Ciñéndose exclusivamente a las cifras, 1.600 metros de desnivel positivo para 21 kilómetros, o 940 para 12, no hacen que se perciban de una gran dificultad las dos pruebas que tienen lugar en la Alta Garrotxa organizadas por la asociación Gas Mountain®. Pero en muchas ocasiones, los números engañan. Y ésta es una de ellas. La MdM es una prueba muy dura, en la que se afrontan subidas en las que es necesario el uso de las manos para poder avanzar por pendientes con porcentajes de inclinación altísimos, o bajadas en las que el piso exige una gran concentración si el corredor no quiere verse sorprendido por una caída que sin duda sería muy peligrosa. Algunas de las imágenes que ilustran este artículo pueden dar fe de esto.
Como en muchos aspectos en la vida, la dificultad, una vez superada, se transforma en belleza. El espectáculo que desde la cima de la Mare de Déu del Mont puede contemplarse es realmente sobrecogedor, y es que la montaña domina toda la llanura del Empordà convirtiéndose en un espectacular mirador de toda la Alta Garrotxa y de la vertiente sur del Pirineo gerundense, desde el Puigmal hasta el Canigó.
MdM – Mare de Déu del Mont tiene dos recorridos. Los seis primeros kilómetros y los últimos cinco de la carrera de 12K | 940+ coinciden con los de la prueba de 21K. Ésta última presenta un trazado con 1.540 metros de desnivel positivo acumulado que transcurre por bosques muy frondosos, castillos y antiguos caminos. Ambos recorridos están incluidos dentro de la Red de Senderos Itinerànnia del Espacio Natural Protegido de la Alta Garrotxa, y por tanto se encuentran marcados permanentemente. Tienen puntos de grandísima belleza como las vistas que hay desde Salve Regina sobre la Garrotxa, Pla de l’Estany y Alt Empordà o la Font de Roca Pastora, el Corral de l’Abat, la Torre de Falgars, el Mas del Soler, el Santuario de la Mare de Déu del Mont (1.124 m), el Monasterio de St. Lorenzo de Sous (año 872) o el Castellot.
Como todos los proyectos que salen del corazón, esta prueba también muestra su cara más solidaria con el “Proyecto Pol”, una iniciativa
que pretende dar a conocer la hiperglicemia no cetósica, una enfermedad rara de la que sólo se conocen 14 casos en España y unos 500 en todo el mundo. Al igual que en la pasada edición, un equipo ayudará a Pol Molinos a realizar un circuito con una silla adaptada que el año pasado fue de siete kilómetros con 800 metros de desnivel positivo. En aquella ocasión, el equipo de voluntarios que consiguió arrancar grandes sonrisas a Pol estuvo formado por sus padres, Tony Molinos y Mireia Villalba, Isaac Torija, Lidia Ferrer, Agustín Arrebola, Xavi Moreno, Oriol Monserdà y Dolors Morcillo quien comentaba: “Pol demuestra con cada día que abre los ojos y sonríe su fortaleza y ganas de vivir. Ser fuerte es la mejor opción, porque cada día es un regalo, y llenarle de vida los días es lo mejor que saben hacer los que más le quieren que son sus padres, familia y amigos. Subir al santuario de la Mare de Déu del Mont desde Beuda no es fácil, y conduciendo una Joëlette menos aún. Han sido unos senderos duros de superar, muy técnicos, con roca mojada, piedra suelta, raíces, escalones continuos, pendientes…, pero con el equipo que siempre apoya a Pol no hay obstáculos ni impedimentos. Su fuerza es la nuestra. Él es quien nos ha subido a nosotros”. El día previo a la carrera está previsto un acto en el que se explicará en qué consiste el “Proyecto Pol” y en el que está prevista la presencia del periodista, escritor y corredor de fondo, Xavier Bonastre.
La organización quiere agradecer al Patronat de la Mare de Déu del Mont, a los ayuntamientos de Beuda, Albanyà y Cabanelles, a Itinerànnia y al Consorci de l’Alta Garrotxa, así como a patrocinadores privados como Columbia, Decathlon Figueres y Autopodium-Volkswagen, su implicación para hacer posible esta prueba.
Desde Kissthemountain queremos agradecer a Gas Mountain® el hacer posible eventos que muestren de una manera tan inequívoca los grandes valores de la montaña aplicados al deporte.
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