22 Nov FRAN ANGUITA. La fuerza de la humildad
Cuando NaturWarrior llamó a la puerta de Fran Anguita, él se sintió muy contento pero a la vez con dudas de si podría estar al nivel de sus compañeros de equipo. Ya tenía un nombre en Andalucía, aunque aún no había brillado fuera. En cuanto se le dio la oportunidad, la aprovechó venciendo en la distancia maratón de la Tenerife Bluetrail. Fran estudia Ciencias del Deporte y eso le hace conocer muy bien qué pasos debe dar. Le acompaña una gran fortaleza mental que comparte con la de su hermano, el subcampeón del mundo de Skyrunning, Manuel Anguita.
Texto por Kissthemountain
Kissthemountain: Hola, Fran. ¿Qué tal estás?
Fran: Muy bien, Juanmi. Con mucha ilusión ante esta nueva temporada.
K: Ésta es tu facultad, ¿no? [Nos citamos con Fran en una de las pistas de la Facultad de Ciencias del Deporte de Granada].
F: Sí, a esta pista vengo mucho cuando quiero estar relajado.
K: Me gustaría empezar esta charla hablando de tu progresión durante este año. En 2021, has pegado un gran cambio. Ha sido el de tu explosión. Recuerdo hace no mucho estar compitiendo tú y yo al mismo nivel en la carrera de Sierra Elvira, pero ahora no podría seguirte. Ya estabas en un nivel alto, aunque no para ganar la Tenerife Bluetrail como ha sido tu caso hace unos meses.
F: Desde que empezamos a salir de la pandemia, he notado un gran cambio. Creo que se puede deber a haber dejado de entrenar para desconectar un poco antes de empezar de nuevo a generar una base. Me lo notaba sobre todo en los comienzos en los que volvíamos otra vez a la montaña. Fue como empezar de cero, pero sabiendo cosas que previamente desconocía. Antes, hacía muchos entrenamientos por encima de mis posibilidades; ahora, con los estudios en Ciencias del Deporte, sé que no siempre se tiene que ir a ritmos y pulsaciones tan altas. Mi entrenamiento ha cambiado mucho. Soy consciente de cuándo toca ir suave y cuándo fuerte. También ha salido el trabajo de otros años que antes no conseguía explotar. He visto que se puede dar ese salto cuando te dedicas más en serio y cuidas los detalles. Antes de la pandemia, entrenaba y me exigía, pero quizás me faltaba continuidad. Cada dos o tres semanas me saltaba algunos días por algún plan con los amigos. Más que las condiciones físicas, que básicamente son las mismas, eran la continuidad, cuidar ciertos aspectos, sacrificarme un poco y descansar cuando tocaba, sin trasnochar o estar para arriba y abajo todo el día. Ha sido eso.
K: ¿De qué resultados te sientes más orgulloso de los últimos que has logrado?
F: Desde que me empecé a encontrar mejor he hecho muchas carreras por aquí por Andalucía. En Sierra Elvira conseguí llegar segundo. Y, por supuesto, de la victoria en la distancia maratón de la Tenerife Bluetrail, a la que llegué con un buen pico de forma y me salió realmente bien. Esa distancia me va genial. 40 o 50 kilómetros. Es donde soy más competitivo, aunque también me mueva bien en distancias cercanas a 20. Me cuesta más alrededor de los 30, como la del Trail Cara los Tajos de hace unas semanas. Quieres salir rápido, pero no son 20 kilómetros. En distancia maratón, en cambio, sé que no puedo salir tan rápido y me siento más cómodo. Por esto me fue tan bien en la Tenerife Bluetrail.
K: ¿Cuándo empezaste a correr?
F: En 2014 o 2015. Hice una carrera de 10 kilómetros por asfalto y enseguida me di cuenta de que eso no era lo que me gustaba del todo. El entrenamiento para ese tipo de carreras me resultaba muy monótono. Lo que realmente me apetecía era ir por senderos, ni tan siquiera te hablo de meterme en montaña con grandes subidas. Siempre me gustaba ir por la zona del río de Dúrcal, las viñas de Cozvíjar o la Laguna de El Padul [Todo son entornos de la provincia de Granada], buscando terrenos más blandos, sin coches y con menos gente. Disfruto mucho de la sensación de ir solo y concentrado en la naturaleza.
K: Imagino que influiría tu hermano Manuel Anguita en tu decisión de empezar a correr. ¿Qué ha supuesto para ti? Él nunca ha tenido una gran vida de atleta y se ha convertido en subcampeón del mundo de Skyrunning.
F: Es curioso. Debe de tener un componente psicológico importante. Siempre me ha influenciado mucho. Hemos tenido un camino muy parecido. Los dos, desde que éramos muy jóvenes, hacíamos fútbol. Estuvimos en los mismos equipos. Ya en la adolescencia, también entrábamos y salíamos juntos. Mucha fiesta. Aun siendo yo cuatro años más joven, teníamos el mismo grupo de amigos. Él empezó a salir antes de fiesta, pero en cuanto tuve edad ya íbamos juntos. Fue en ese momento cuando él empezaba a ganar. Ya lo había hecho en la Gran Vuelta al Valle del Genal, proclamándose campeón de Andalucía de ultra, o en los 101 de Ronda. Yo todavía seguía más preocupado por entrar y salir durante los fines de semana. A raíz de un grupo que se creó para salir a correr, me di cuenta de que me gustaba y de que no se me daba mal. Vi que tenía esa facilidad. Tomé como ejemplo a mi hermano sabiendo que, aunque no era un atleta consagrado, ya había ganado carreras importantes. Yo venía de lo mismo y lo veía posible. En cuestión de unos meses, me vi entrenando varios días a la semana.
K: La progresión de tu hermano fue brutal desde el principio.
F: Sí, siempre me he fijado en él.
Manu ha sido muy bueno desde el inicio en carreras largas y yo he querido hacer lo mismo, yendo dos veces a Ronda y teniéndome que retirar. Sabía que él era bueno y yo lo intenté, pero me di cuenta de que todavía no iba bien en carreras ultras.
K: Él también se ha dado cuenta de que ha empezado la casa por el tejado. Imagino que te aconsejará en tratar mejor las distancias.
F: Sus resultados le avalan. Quizás no haya hecho las cosas tan bien, pero algo habrá para tener el nivel que posee ahora. Aunque quizás al principio sólo era competitivo en carreras más largas, ahora se ve que si se prepara bien puede hacer buen resultado. La influencia de Manu siempre ha estado muy presente, pero ahora, con los estudios que hago y por otros motivos, sí que veo que tengo que encaminarlo de otra manera. Me fijo en sus cosas buenas e intento llevarlas a mí.
K: Después de Tenerife Bluetrail tuviste algún problema en el corazón, ¿no? ¿Cómo estás?
F: Y antes de esa carrera. Llevo tres o cuatro años en los que en algunos entrenamientos o incluso en mi vida diaria, sin correr, sufro taquicardias y arritmias. Cuando hay cambio de pulsaciones, mi corazón funciona regular. Mi rango es alto. Puedo llegar a 200 pulsaciones. En un rodaje suave alcanzo las 160, pero en la vuelta a la calma, cuando paro y está bajando el pulso a 90 o 100, tiene que haber algo que falla, alguna conexión, que me las vuelve a disparar hasta 230 o 240. En Tenerife, al terminar la carrera estaba bien. Al haber hecho un esfuerzo muy grande, las tenía alrededor de 110 y no volvía a las 60 o 70 pulsaciones. Me tomé una Coca-Cola que me subió un poco el pulso y entré en las 120 o 125 que es cuando me dan estas taquicardias que suelen durar 15 o 20 segundos, pero allí no se me quitaban. Con mi pareja, Vanessa, me acerqué a la Cruz Roja. Creo que fue un error porque es algo que controlo muy bien. Ellos se alarmaron más de la cuenta. Me tumbaron en una camilla y me dieron una medicación para cortar las taquicardias. Eso me hizo preocuparme a mí también.
Ya no se me bajaban. Me llevaron al hospital. Allí les pedí que me dejaran levantarme y relajarme. Se me quitaron.
K: ¿Te lo estás tratando?
F: Sí, después de Tenerife volví a mi médico en Granada que siempre me ha estado viendo. Me habló de la posibilidad de operarme con un cateterismo para buscar la vena e intentar arreglarla. Me operé a final de julio. ¡Ocho horas de operación siendo consciente! Me di cuenta de que no conseguían encontrar el punto que generaba el problema. No lo veía claro. Durante un mes no me dieron taquicardias, pero luego volvieron. Entrenando o compitiendo me ha vuelto a pasar. Siempre es cuando bajo a 115 o 120. Hace unos días volví al cardiólogo quien me dijo que podía hacer mi vida normal, que de esto no me iba a morir. Quizás ha mejorado, pero sigue ahí. Si en el futuro me quiero volver a operar, porque es molesto para mi vida, puedo volver a hacerlo, pero no me garantizan que se quite. Hay a mucha gente que esto le genera ansiedad. No es mi caso. Lo importante es que no condicione mi vida.
K: Eres muy joven, pero estás compitiendo a un buen nivel. Por estudios, siempre verás el componente físico en tu rendimiento, pero ¿cómo eres mentalmente? ¿Cómo gestionas un momento bajo en carrera?
F: En este tema creo que soy muy parecido a mi hermano. A nivel de fortaleza mental durante la competición, me considero un tío que sabe sufrir un montón, reventar, que te pasen 15 o 20 corredores y recuperarme. En este aspecto siempre he sido una persona fuerte. Pocas veces me he abandonado en una carrera. Y si lo he hecho, ha sido por algún dolor que me estaba molestando demasiado y que indicaba una posible lesión grave si continuaba. Incluso en carreras de 20 kilómetros soy capaz de recuperarme. Me calmo, bajo la intensidad, me recupero y puedo volver a apretar como si fuera una carrera nueva. Antes de competir, mi hermano sí es más fuerte que yo. Él no duda en decir el día de antes de una prueba que la va a ganar. Sea la que sea. Se autoconvence. A mí eso no me pasa. No tengo esa ambición para decirlo. Puedo pensarlo, pero no termino de creérmelo. En ese aspecto, soy más débil, realista, tirando a infravalorarme un poco para evitar el chasco posterior.
K: ¿Qué tienes pensado para 2022?
F: Ya este año, mi interés era hacer pruebas más mediáticas, pero había mucha incertidumbre. Para la próxima temporada, quiero buscar carreras de alrededor de 40 o 50 kilómetros que tengan nombre, como la Tenerife Bluetrail, en la que en este año había muchos focos. Pienso en la OCC de UTMB. Es una carrera rápida y puede irme bien. También tengo en mente Penyagolosa Trails o Ultra Pirineu. Carreras mediáticas con una distancia que se adapte a mí. Me gustaría, pero depende mucho del apoyo que tenga.
K: Tú lo tienes. NaturWarrior apuesta mucho por vosotros y se preocupa por sus corredores.
F: Sí, claro. Ha empezado hace un año y tiene que asentar esas bases. Estamos consiguiendo más patrocinadores. Sus recursos todavía no sobran y es evidente que todavía cuesta un poco, pero tengo confianza en que se llevará a cabo. Hay que darle un poco de tiempo. Me siento muy bien con el equipo. Estoy muy agradecido de que hayan contado conmigo. Tiene muy buena pinta y sus componentes tienen mucha calidad.
K: Estuve en Penyagolosa Trails hace unos días con Abel Carretero.
F: Hay muy buen equipo. Cuando me llamaron de NaturWarrior me sentí muy orgulloso a la vez que pensaba que mi nivel quizás no estaba como el de ellos.
Abel Carretero, Manu Anguita, Sandra Sevillano… También los embajadores, con Zaid Ait Malek, Eduard Hernández o Sílvia Puigarnau. Es gente con un currículum potente. Yo había hecho cosas en Andalucía, pero no salido fuera. Me dieron la oportunidad en Tenerife y demostré de lo que soy capaz. Pero en el momento en el que me llamaron, no sabía si merecía estar en ese equipo. Ahora me doy cuenta de que si te dan la oportunidad y la luchas puede salirte.
K: Sueña, Fran. Dentro de cuatro, cinco, seis años…
F: Siempre me cuesta soñar. Lo que más me gustaría sería tener un nivel que me permitiera competir por Europa o incluso más allá y que no me costase el sacrificio económico. Y poder compartirlo con la gente que me quiere, familia, amigos y otros corredores que conoces. No creo que a corto plazo, para la gran mayoría, el deporte esté muy profesionalizado. Tienen que pasar todavía algunos años. Si se diera el caso, me gustaría en un futuro dedicarme no sólo a esto. Seguiré buscándome la vida, terminando la carrera y consiguiendo un trabajo por cuenta ajena o propia con mi hermano. No te digo entrar en la selección, sino poder competir a nivel internacional. Mi sueño ahora es éste.
K: Disfrutar de este deporte y que no te cueste.
F: Sí. Y tener un buen nivel. Con este salto de calidad, me he dado cuenta de que disfruto más con el estado de forma que con determinada carrera que puede salir mejor o peor.
K: Muchas gracias, Fran.
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